El vértigo periférico se produce por una alteración en el laberinto y el nervio vestibular, que se encarga de transportar la información del equilibrio al cerebro desde el oído interno. Algunos síntomas asociados a su aparición son la pérdida de audición en uno o ambos oídos, un aumento de la presión en los canales auditivos, dolor de oído y zumbidos.
1. La relación entre el oído y la aparición del vértigo, según los expertos
Aunque tradicionalmente el vértigo se ha asociado a múltiples dolencias y en ocasiones es un síntoma de enfermedad, el vértigo periférico, uno de los tipos más comunes de vértigo, es el que se tiene su origen en el oído. Por tanto, tal y como señalan acertadamente los expertos en audición, la relación entre el vértigo —incluyendo algunos de sus síntomas— y el oído es total.
Si bien las crisis de vértigo no suelen durar demasiado, sus efectos sí pueden ser intensos. “Para hacer un diagnóstico adecuado es fundamental realizar un examen físico que permita observar los movimientos oculares y las oscilaciones del cuerpo, así como echar un vistazo a la historia clínica para averiguar si existen factores que predispongan al paciente a sufrir estos episodios”, comentan.
Dada la relación entre el oído interno y la aparición de estos episodios de vértigo periférico, los expertos en audición de Audífono.es se han encargado de asesorarnos al respecto de esta cuestión, ya que su equipo es especialista en el estudio y la identificación de problemas auditivos que en muchas ocasiones guardan relación con estos eventos.
“El oído interno juega un papel importantísimo en aspectos cruciales para el ser humano, como el equilibrio, que permite nuestro desplazamiento. Por eso, cuando aparece el vértigo, el equilibrio es de las primeras cosas en fallar en nuestro organismo, provocando movimientos erráticos y desvanecimientos súbitos a causa de la inhabilitación que provoca”, expresan desde la compañía.
Para evitar que aparezcan estos episodios de vértigo, los expertos recomiendan hacerse un chequeo periódico a fin de constatar que el oído se encuentra en perfectas condiciones y, de paso, detectar posibles síntomas que alerten sobre la posible aparición de un evento similar.
“Es necesario llevar a cabo un estudio auditivo a fin de detectar posibles problemas relacionados con la hipoacusia, los acúfenos o cualquier otra disminución en la capacidad del paciente de percibir sonidos de manera clara”, comenta el equipo de Audífono.es.
“También se puede detectar, mediante un examen, otros problemas como la sensación de presión en los oídos o la producción de distorsiones sonoras, y todo ello puede guardar relación con un evento de vértigo periférico”, añaden. Quienes hablan son profesionales de Audífono.es procedentes del centro de audición de Alicante que la firma tiene en esa comarca del sur de la Comunitat Valenciana.
“Es uno de los centros donde más exámenes auditivos se realizan y uno de los que más ha contribuido a la detección de síntomas relacionados con episodios de vértigo periférico, ya que fue de los primeros en contar con un equipamiento de última generación que ya se ha extendido por toda nuestra red de centros”, afirman.
2. ¿Tiene relación la pérdida de audición con episodios de vértigo infantil?
Tal y como afirman los profesionales en audición de Audífono.es, en ocasiones síntomas como la hipoacusia pueden ser indicativos de futuros problemas de vértigo periférico.
“No cabe duda de que algunos casos de hipoacusia infantil, que se caracteriza por una pérdida de audición, guardan relación con ciertos episodios de vértigo que deben ser tratados para garantizar un nivel de calidad de vida adecuado al pequeño”, explican.
En la producción de estos eventos puede tener mucho que ver el factor hereditario, ya que se estima que 4 de cada 10 niños que sufren de estos problemas lo hacen a causa de la herencia de genes.
“El 90% de menores que lo sufren tienen padres normoyentes, lo que significa que la probabilidad no aumenta si los padres son sordos”, explican los expertos a través de uno de los artículos de divulgación sobre la hipoacusia en niños publicado en pequehogar.com.
Cabe mencionar que la hipoacusia puede tener otros orígenes, como algunos problemas perinatales, ciertas infecciones o enfermedades del aparato auditivo, que pueden provocar síntomas similares sin que ello derive en un episodio de vértigo periférico.
“Algunos medicamentos, como la estreptomicina, empleado en enfermedades renales en mujeres embarazadas, pueden tener efectos secundarios en el bebé que pueden afectar a su capacidad auditiva”, explican los expertos en audición. Y lo mismo ocurre con la gentamicina, la talidomida y la quinina, así como la aspirina en grandes cantidades”, sostienen.
Otro factor a tener en cuenta y relacionado con la pérdida de audición infantil es la excesiva exposición al ruido. “Si este es persistente y supera el tope de decibelios recomendado, se pueden originar daños irreversibles en el oído que deriven en una pérdida parcial permanente de la audición”, explican. “Por eso, conviene no abusar del volumen de los dispositivos electrónicos y limitar el uso de auriculares y altavoces”.
3. Diagnóstico y tratamiento del vértigo periférico
Normalmente, ante un episodio de vértigo se realizan varios exámenes físicos para descartar posibles patologías. También es posible realizar al paciente un TAC o una resonancia magnética en caso de que exista la sospecha de sufrir problemas vasculares, tumorales o infecciosos.
Una prueba muy usada es el llamado test rápido de impulsos de cabeza, el Test de Halmagyi, en el que el médico mueve la cabeza del paciente de un lado a otro con fuerza para observar si los ojos tienden a mirar en la misma dirección.
“El diagnóstico es crucial para que el tratamiento sea efectivo, dadas las múltiples causas que puede tener un episodio de vértigo periférico”, afirman tajantes desde Audífono.es. “Normalmente, los tratamientos son individualizados y echan mano de la combinación de fármacos para reducir la incidencia de los síntomas con rehabilitación vestibular y pautas de actuación para situaciones del día a día, a fin de reducir los efectos de estos episodios si se volvieran a producir”.