En Supercurioso te hablamos una vez de los druidas al explicarte el origen ancestral de el día de Todos los Santos, pero ¿quienes eran, concretamente, estos personajes?
Druidas, conectados con los dioses
La palabra “druida” deriva del griego y del latín y se puede traducir como “muy videntes”. Los druidas eran una especie de clase sacerdotal con mucho poder dentro del sistema religioso de los celtas (población de origen indo europea de la antigüedad), que estaba organizada bajo una muy estricta y precisa jerarquía.
A este grupo, en cuya cima figuraba siempre el druida propiamente dicho, podía acceder cualquier persona que estuviera interesada, pero solamente después de llevar a cabo estudios de por lo menos veinte años. El druida participaba animadamente en la vida política, social y también cultural de su pueblo nativo y conformaba junto al jefe del clan o el rey, una pareja auténtica: era él quien provocaba todas las acciones que el monarca ejecutaría más tarde, pero a su vez, el druida sin su rey no era nada.
Los druidas eran personas con la capacidad necesaria para transmitir la práctica de conexión con los principales dioses de la astronomía y el cosmos en general, observadores y estudiosos de las estrellas como ningunos. Una de las creencias más fuertes que tenían era la relacionada con la inmortalidad del alma, la cual estimaban que después del fallecimiento pasaba a un nuevo cuerpo recién nacido.
La extinción de los druidas
Se los consideraban como verdaderos brujos o magos dentro del colectivo imaginario, pero en realidad eran grandes teólogos y filósofos que lograron un prestigio admirable gracias a su extensa y severa educación. Al momento que el poder de los romanos se extendió por toda Europa prohibieron a los druidas el aprendizaje y enseñanza de sus principales conocimientos por lo que la institución se fue terminando poco a poco. Ofrecieron dura resistencia a la invasión de los romanos pero su inferioridad en las fuerzas militares y la consecuente transformación de varios partidarios del druidismo al cristianismo, colaboró con que esta religión se extinguiera.
En Gran Bretaña lograron permanecer algunos años más, pero lentamente fueron integrándose a la clase sacerdotal cristiana. En la actualidad, todos asociamos a los druidas con las famosas Aventuras de Astérix, donde se les brindan a cada uno de sus personajes determinadas atribuciones como por ejemplo: adivinos, maestros, curanderos y jueces.
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