Si el escarabajo bombardero (Brachinus crepitans) tuviera un gran tamaño y formara ejércitos, serían auténticas armas de destrucción masiva de las que deberíamos protegernos en búnkeres.
Afortunadamente, como ocurre con la mayoría de los insectos, quedamos protegidos por su tamaño menudo y su carácter casi siempre esquivo. No obstante, nunca podemos evitar admirarnos por su naturaleza y esos mecanismos de defensa que nos dejan sin duda con la boca abierta.
Hoy en Supercurioso queremos hablarte del pequeño escarabajo bombardero, extraordinarias criaturas ataviadas con «recipientes» de compuestos químicos con la capacidad de…¡Explosionar!
¿Quieres conocer al escarabajo BOMBARDERO? ¡Te encantará!
Para ver en persona a estos simpáticos animales, deberás viajar al sur de Inglaterra. Los científicos lo describen como los más belicistas del mundo natural. ¿La razón? Basta solo con rozarlo un poco para que nos ataque con su fantástico mecanismo de defensa: una pequeña explosión con humo incluido.
Ahora bien… ¿cómo lo hace? ¿qué tipo de mecanismo se esconde tras este afinado instinto de autoprotección? Bien, para comprenderlo mejor empezaremos explicándote que este escarabajo fabrica dos sustancias: la hidroquinona y el peróxido de hidrógeno (agua oxigenada).
Almacena estos compuestos en dos cámaras de su abdomen, ahí donde quedan bien contenidas hasta que el animal, valora un estímulo como peligroso o amenazante. La naturaleza es muy sabia, y a su vez, en el interior del organismo de nuestro protagonista se halla también un tipo de enzima con propiedades inhibidoras que se encargan de que esos dos compuestos «no exploten» en el interior del insecto.
Científicos de la revista Sciencie llevaron a cabo varios estudios para intentar comprender un poco más la naturaleza del escarabajo bombardero. Se sabe, por ejemplo, que su exoesqueleto es uno de los más fascinantes que existen: soporta altísimas temperaturas, y el impacto continuo de esas explosiones a las que se ve sometido un animal de tan pequeñas dimensiones (apenas mide una pulgada).
Otro dato a tener en cuenta es que además de esas dos «cámaras» donde se contiene la hidroquinona y el peróxido de hidrógeno, existe una tercera donde se genera o se combinan ambas composiciones para dar paso a la explosión. Se trata de un proceso tan afinado, fantástico y sugerente, que los expertos valoran ahora el comprenderlo un poco más para crear nuevas tecnologías con las que atenuar por ejemplo el impacto de las explosiones o desarrollar mecanismos de propulsión más afinados.
Por nuestra parte, preferimos que no experimenten con el Brachinus crepitans bajo un microscopio. Deseamos ver a estos escarabajos en tranquilidad en sus ecosistemas y defendiéndose de las amenazas más cotidianas en sus propios entornos, alejados de la mano del hombre.
Criaturas fascinantes que nos dan un claro ejemplo de la belleza de este mundo natural que siempre nos sorprende. Si deseas ver al escarabajo bombardero «en acción», de dejamos este video para que lo descubras, invitándote también a recordar nuestro artículo sobre 8 insectos alucinantes que te asombrarán.