Cuando los españoles llegaron a Perú, descubrieron el mayor imperio de nativos americanos en la historia, que se extendían desde las montañas de Ecuador a los desiertos de Chile y las selvas de Brasil. Sin embargo, el único de los grandes imperios de la historia, el Inca no tenía lenguaje escrito. En su lugar, utilizaban un incomprensible sistema de haces de cuerda anudada, llamada quipu.
El misterioso código de los quipu o nudos que hablan, ¿qué dicen?
Largamente descartados como meras ayudas técnicas, ahora está cada vez más claro que los «nudos parlantes» eran una tecnología mucho más extraña y más avanzada de lo que jamás sospechamos.
Un equipo español reconoció lo formidable y preciso de su propio sistema de mantenimiento de registros. También se dieron cuenta de que eran sumamente importante para el prestigio y la historia de la gente local. Pero esto no les importó mucho en la época, ya que de hecho, declararon el quipu satánico en 1583, y ordenaron la quema de todos los ejemplos que pudieran encontrar. En ese momento, el quipu era extremadamente común, con todos los pueblos del imperio usándolos.
En 1996, una historiadora italiana llamada Clara Miccinelli afirmó haber hecho un descubrimiento sorprendente en los archivos de sus antepasados nobles napolitanos. Un libro escrito por los jesuitas del siglo 17 que hizo varias revelaciones sorprendentes acerca de la conquista del Perú. Entre otras cosas, el libro afirma que varios «quipus» estaban en realidad escritos en un lenguaje silábico olvidado. Según el libro, cada hilo en un quipu real comenzaba con un nudo o un símbolo que indicaba una deidad en particular. El hilo entonces contenía un número que indicaba una sílaba en el nombre de dios.
Se cita específicamente el dios Pachacamac, diciendo que su símbolo estaba seguido de un nudo, que era la sílaba «pa», mientras que dos nudos era la sílaba «cha» y tres nudos serían aproximadamente «camac». De esta manera, habría sido posible escribir una historia corta o una canción a través de un quipu completo. Por desgracia, la mayoría de los principales historiadores sospechan que el libro es una falsificación, ya que hace varias afirmaciones extravagantes, incluyendo que Francisco Pizarro conquistó el imperio Inca a través de un poco de vino vilmente envenenado. También se utiliza el término «genocidio» para describir la conquista, a pesar de que la palabra no fue inventada hasta varios cientos de años más tarde. Clara Miccinelli, que era conocida por intereses de estudiante un tanto excéntricos, se ha negado además a liberar sus documentos para su estudio y comprobarlos cuidadosamente, dejando la teoría quipu sin real fundamento.
Hoy en día, sólo alrededor de 750 ejemplares siguen intactos. A pesar de su erradicación virtual, muchas personas andinas conservan un enorme respeto por el quipu, aunque perdieron la capacidad de leer de verdad con el tiempo. En el pueblo peruano de San Cristóbal de Rapaz, los locales mantienen con todo cuidado un quipu en una «casa quipu» ceremonial. Ellos consideran el antiguo registro como un objeto sagrado que les permite comunicarse con las montañas cercanas, y que permite que la lluvia entre en sus momentos de necesidad.
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