La estética y la imagen que tenemos de nosotros mismos es un aspecto fundamental en la construcción del autoestima. Y aunque es necesario aprender a amarnos tal y como somos, también es válido que hagamos mano de las herramientas de la ciencia médica moderna, para mejorar esos detalles estéticos con los que no nos sentimos del todo a gusto.
En este sentido, las operaciones o procedimientos estéticos para mejorar la apariencia de la nariz, son de los más comunes y universales. Desde la tradicional rinoplastia, hasta alternativas como la rinomodelación, son varias las opciones que tenemos para lograr una nariz más estética, perfilada y armoniosa con el resto de nuestro rostro. Lo más importante es que debes acudir a los verdaderos profesionales en rinoplastia o en rinomodelación cdmx. Pues, cualquier procedimiento es de cuidado y requiere de las mejores manos.
Si te llama la atención la posibilidad de embellecer tu nariz, ¡sigue leyendo! A continuación te explicamos qué es una rinoplastia, una rinomodelación, y las diferencias entre un procedimiento y otro.
Rinomodelación y Rinoplastia: ¿Qué son y para qué sirven?
La Rinoplastia
La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico altamente demandado en el campo de la cirugía estética. Está pensado y diseñado para modificar la forma y estructura de la nariz con el objetivo de mejorar la apariencia facial y, en algunos casos, la función respiratoria. Esta intervención puede abordar diversos aspectos de la nariz, como su tamaño, forma, proporciones, ángulo y simetría.
A través de incisiones realizadas dentro de la nariz o en la columela (la parte que separa las fosas nasales), el cirujano puede acceder al cartílago y al hueso subyacentes para esculpir y remodelar la nariz según las preferencias y necesidades del paciente.
La rinoplastia puede corregir problemas estéticos hereditarios, traumas previos o dificultades respiratorias. Con una planificación cuidadosa y un enfoque preciso, los cirujanos buscan lograr un resultado armonioso y natural que complemente las características únicas del rostro del paciente.
Si bien es un procedimiento bastante permanente, cosa que implica una ventaja, también tiene una recuperación más compleja. Por tratarse de una operación tradicional, la paciente deberá cumplir con todos los requisitos y órdenes médicas pre y post operatorias, para alcanzar un resultado satisfactorio.
La Rinomodelación
Y para todas aquellas personas que quieren mejorar la forma y estética de su nariz, pero no quieren pasar por un quirófano tradicional, la rinomodelación es una alternativa excelente.
A diferencia de la rinoplastia quirúrgica, la rinomodelación es un procedimiento no invasivo. En él, se utilizan rellenos dérmicos para modificar temporalmente la forma de la nariz. Esta técnica, también conocida como «rinoplastia líquida», se ha convertido en una opción popular para quienes desean realizar ajustes menores en la apariencia nasal sin el tiempo de recuperación ni los riesgos asociados con la cirugía.
Durante la rinomodelación se inyectan rellenos seguros, como el ácido hialurónico, en áreas específicas de la nariz para corregir irregularidades, disimular protuberancias, elevar la punta o ajustar el perfil nasal.
Los resultados son visibles de inmediato y, aunque temporales (por lo general, duran de 6 meses a 2 años), brindan a los pacientes la oportunidad de explorar cambios sutiles en su apariencia sin comprometer la estructura subyacente de la nariz.
Las principales diferencias entre rinoplastia y rinomodelación
La distinción clave entre la rinoplastia y la rinomodelación radica en su naturaleza invasiva y los resultados a largo plazo. La rinoplastia es un procedimiento quirúrgico que implica alteraciones permanentes en la estructura de la nariz. A través de incisiones y la manipulación de tejidos, la rinoplastia ofrece resultados más duraderos, pero también conlleva un período de recuperación más prolongado.
Se trata de una operación tradicional, para la que hay que verificar que el paciente se encuentre en un estado óptimo de salud. Es sometido a anestesia general, y el proceso de recuperación puede ser más doloroso y lento.
Por otro lado, la rinomodelación es un enfoque no quirúrgico y menos permanente para ajustar la apariencia de la nariz. Es un procedimiento práctico y sencillo, que resultados inmediatos y que expone al paciente a mínimos riesgos.
Los cambios que se logran con este procedimiento no son permanentes, pero se pueden mantener sin problema en el tiempo, si la persona se dispone a hacer los retoques periódicos para mantener el aspecto deseado.
En definitiva, ambos procedimientos apuntan a mejorar el aspecto y estética general de la nariz, pero con abordajes muy diferentes. En este sentido, la elección de el mejor, va a depender de las metas y expectativas de cada persona.
Si quieres lograr un cambio definitivo, y no te genera problema someterte a una intervención quirúrgica tradicional, puedes optar por la rinoplastia.
Ahora bien, si quieres un procedimiento más rápido, con mínimo tiempo de recuperación, resultados inmediatos, que solo requerirá de retoques periódicos, que no te somete a los riesgos asociados a la anestesia general, y además a un menor precio, la rinomodelación puede ser la alternativa adecuada para ti.
Recuerda que antes de someterte a cualquier tipo de procedimiento estético, debes contar con la evaluación y el aval del profesional de la salud calificado para tal práctica. Ahora que ya tienes la información sobre ambas técnicas, solo queda decidir la mejor para ti, y prepararte para lucir tu rostro en su mejor versión.