El temor a los demonios y espíritus malignos ha sido una constante que se ha observado en casi todas las civilizaciones desde la antigüedad y que, incluso hoy en día, sigue latente. En el imperio asirio, parte de la civilización de Mesopotamia, no era diferente y tenían una serie de rituales de exorcismo para despojar los cuerpos de las personas de estos terroríficos espectros. Descubre cómo.
Exorcismo en la antigua Asiria, los sorprendentes rituales para expulsar espíritus malignos
El imperio de Asiria en la antigüedad estaba situado en el suroeste asiático, ocupando el norte de la antigua Mesopotamia. En la cultura de esa civilización una parte importante era la creencia de que malignos demonios, nacidos de los dioses más antipáticos, acechaban a aquellos que se atrevían a disgustarlos.
Además de los seres medio humanos y medio sobrenaturales que se pensaba que rondaban por los hogares asirios, se creía que todo aquel que no hubiera sido honrado con un entierro apropiado volvería para perseguir a los vivos, como un fantasma.
Mirar el cadáver sin preparación de una persona fallecida podía ser la forma en la que el espíritu entrara en el cuerpo de una persona viva, aunque no estar en presencia del cuerpo no era garantía de seguridad, pues el espíritu del muerto, según creían, podía perseguir a los vivos en su forma no física.
Se creía que se alimentaban de la fuerza de vida de los que no habían muerto, y por eso, disponían de rituales extraños, exorcismos realizados para salvar a aquellos que estaban siendo parasitados por una presencia fantasmal.
En algunos de estos exorcismos, bañaban a la víctima o enterraban el cadáver de la persona que creían que la estaba acechando. En otros casos, se usaba un ritual que involucraba al dios Shamash. En esta ceremonia, los asirios primero preguntaban al fantasma por qué había regresado y por qué había atacado a esa persona en particular. Entonces, la víctima mezclaba harina y levadura en un cuerno de buey, mientras se bebía un trago en el nombre de Shamash.
Finalmente, la mezcla se vertía dentro de un recipiente que provenía de un buey de color oscuro, que supuestamente pondría al fantasma a descansar. Sin embargo, invocar el poder de Shamash no era una petición pequeña. Siendo una de las tres principales deidades mesopotámicas, gobernaba sobre el Sol durante el día y el inframundo por la noche. Se creía que Shamash era el dios que entregó el famoso código de leyes a Hammurabi.
A pesar de la variedad de opciones para echar a los espíritus malignos, para otros casos no había mucha esperanza de que un exorcismo los ayudara, pues esas presencias significaban otra cosa. Existía una creencia asiria que decía que los fantasmas eran los precursores de la muerte, la destrucción y la tragedia. Cuando un fantasma se aparecía a los vivos, la casa que visitaba sería destruida. Si el fantasma hablaba a los vivos, aquellos que lo oyeran morirían poco después. Como te decíamos, ningún ritual podría cambiar eso.
¿Qué te ha parecido la cultura del exorcismo del imperio asirio? ¿Sabías que existía?
Imágenes: Wikimedia Commons/AmberAvalona