Si vives con uno o más perros seguro que sabrás de todo lo que son capaces. Son esos amigos inseparables que atienden nuestros movimientos, que se alegran como nadie cuando nos ven llegar a casa, ellos quienes siempre desean un espacio en el sofá para estar a  nuestro lado. Y poco a poco, vamos conociendo un poco más sobre sus capacidades comprobando así lo que muchos ya sospechábamos.

Hace poco en supercurioso.es te explicamos que los perros tienen la conciencia de un niño de tres años, y ahora, seguramente te sorprendamos con el resultado de una nueva investigación: tu mejor amigo también es capaz de reconocer tus emociones.

¿Por qué estás triste, amigo?

Es posible que en alguna ocasión tu perro se haya acercado hasta ti para ofrecerte consuelo ante una situación complicada. Según un estudio de la Academia de Ciencias de Hungría y publicado en la revista Current Biology, los perros, al igual que las personas saben interpretar e identificar tanto la tristeza como la alegría. Pero ¿cómo puede ser? a los humanos nos basta un simple vistazo del rostro de nuestros congéneres para identificar una emoción.

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Los perros, por su parte, no saben leer las caras. Pero sí pueden interpretar el tono de su voz. El lamento, el lloro, la tonalidad más baja de nuestra habla… son indicadores lo bastante claros para que ellos entiendan que estás pasando un mal momento. Y como buenos amigos que son y como parte de tu manada familiar, querrá mostrarte apoyo y consuelo.

El cerebro humano, al igual que el canino, tiene un “área de voz” capaz de procesar el tono vocal y darnos información de ese mundo emocional de quien tenemos enfrente. ¿Quiere decir esto que los perros tienen empatía? Así, es. Si en otro artículo te hablábamos de su conciencia, de su capacidad para razonar, planificar, predecir y comprender, es por tanto deducible que su capacidad para entender emociones estén al mismo nivel.

Día tras día las investigaciones acerca de los animales nos vienen a demostrar lo que muchos ya sabíamos. La sintonía que las personas podemos llegar a tener con nuestras mascotas, nos demuestra que la fuerza de los sentimientos es muy importante para las dos partes. Nosotros sabemos cuando nuestro perro está triste o alegre, cuando tiene hambre o está impaciente por que lo saquemos fuera a pasear. Ellos, por su parte, son buenos observadores y pacientes compañeros que saben leer en nuestra voz, captando la sonoridad del lamento o la ansiedad.
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Cuando estamos alegres ellos captan de inmediato esa festividad moviendo la cola, pero ante las lágrimas, está comprobado que se inquietan y se preocupan. Son muchos los vídeos, que por ejemplo, circulan por youtube ante escenas donde bebés o niños pequeños lloran mientras sus amigos caninos aúllan intentando ofrecerles consuelo.
Así que ya sabes, cuando llegues a casa un poco bajo de moral y energía, deje que tu amigo peludo se siente a tu lado para hacerte compañía. Seguro que te arranca una pequeña sonrisa.