Es posible que hayas oído hablar de las islas de basura. La verdad es que no tienes más que buscar este término en Google, y al instante encontrarás un sinfín de estremecedoras imágenes. De hecho, se dice que existe un auténtico continente flotando en el océano compuesto por plásticos, neveras y desechos varios de nuestra sociedad.
Las islas de plástico flotante
En efecto, la mayoría de elementos que forman estas manchas flotantes en el mar son plásticos. Gran parte pertenecen a residuos que se vierten desde barcos pesqueros o plataformas petrolíferas. Otra pequeña, pero destacable parte, son redes de pesca rotas, ahí donde suelen quedar atrapados muchos animales. Aunque la gran masa de estas entidades flotantes son millones de trozos pequeños de plástico de colores que flotan como un manto de llamativas tonalidades. Demasiado llamativas para los peces, gaviotas u otros animales, que los confunden a su vez con peces pequeños de los que alimentarse, toda una tragedia, sin duda.
Pero ¿cómo pueden llegar a crearse estas islas en el mar? Te preguntarás. Por las mareas, por las corrientes marinas, por pequeños cambios de temperatura en el aire o agua, provocando que se desplacen y que se junten unos con otros hasta originar estas islas. Es como cuando tiras por ejemplo la envoltura de un caramelo a la calle. La lluvia lo lleva a las alcantarillas y las alcantarillas a cualquier vertedero… de ahí a un río y posteriormente al mar. Un ciclo que nunca parece tener fin.
Otro dato a tener en cuenta es la flotabilidad del plástico. Pesa menos que el agua y se queda arriba, y lo que es peor, como ya sabes el plástico no es biodegradable, así que, cuando le da el sol, se va descomponiendo en trozos más pequeños liberando a su vez un tóxico a su alrededor. Los científicos nos dicen que en el océano flotan unos 100 millones de toneladas de basura repartidos en un 1.500.000 kilómetros cuadrados de océano. Para que nos hagamos una idea: tendría la misma extensión que España.
Neveras, sillas, mesas, juguetes… son toneladas y toneladas de objetos familiares que acaban desperdigados por nuestros océanos, una contaminación ambiental que está causando graves estragos entre la fauna marina. Afortunadamente se llevan a cabo grandes proyectos para estudiar la situación e iniciar limpiezas, pero recientemente se ha descubierto que el fenómeno es más grave de lo que parece.
Han sido las recientes tareas de búsqueda del vuelo MH370 perdido en el océano Índico, cuando se ha puesto de nuevo en evidencia el grave problema que tenemos en nuestros mares. Los satélites aportaron imágenes donde se ven grandes cúmulos de basura del tamaño de Brasil. Hoy en día, tenemos cinco islas flotando en nuestros océanos. Es decir, todos los océanos parecen tener la suya… una tragedia para nuestro ecosistema, una mancha de la que todos debemos ser conscientes para iniciar pequeños cambios. Concienciarnos de que este no es el camino adecuado.
¿Qué tal si empezamos hoy mismo?