La figura de San Nicolás o Santa Claus es conocida prácticamente en todo el mundo en la actualidad. Protector de niños, viajeros y marinos es un santo al que se atribuyen muchos milagros y hechos asombroso. Entre estas historias una de las más curiosas es la de
San Nicolás y la dote de las tres vírgenes y de ella viene la tradición de que los regalos de Santa Claus lleguen por la chimenea.
San Nicolás y la dote de las tres vírgenes
San Nicolás fue obispo de Mira, una ciudad de la actual Turquía. Vivió en el siglo IV y como obispo vestía de rojo y quizá por eso «Santa» vista de ese color. Era también un gran viajero y peregrinó en su época a Tierra Santa y Egipto. Repartió su fortuna entre los que lo necesitaban y realizó, al parecer numerosos milagros. Se le conoce también como San Nicolás de Bari, ya que sus restos fueron trasladados desde Mira a la ciudad de Bari, en Italia, para preservarlos.
En una ocasión, el obispo Nicolás se enteró de que un vecino de la ciudad de Mira, extremadamente pobre, iba a prostituir a sus tres hijas vírgenes para tener medios para subsistir y ante la imposibilidad de casarlas, ya que no tenía dinero para pagar la dote que se exigía a los padres para que las mujeres contrajeran matrimonio. Una noche, San Nicolás se acercó a la casa y arrojó por la chimenea una bolsa con monedas de oro -dicen algunas versiones que fue a caer dentro de una media que estaba secándose en la chimenea-. Con ese dinero el padre casó a la mayor de las hijas. El Santo procedió de igual manera con las otras dos hijas, pero en una de las ocasiones cuando iba a arrojar la bolsa por la ventana de la casa, tropezó con la ropa que estaba tendida y con el alboroto despertó a la familia. Así se descubrió que había sido él el benefactor.
Se le considera el patrono de los niños, ya que se le atribuye el milagro de resucitar a tres chiquillos que habían sido asesinados y metidos en un barril lleno de sal. Se le suele representar rodeado de estos tres infantes.
San Nicolás es el patrono de Rusia, Grecia y Turquía. Muy popular en los países escandinavos y germanos, era conocido como Sankt Nikolaus y de ahí deriva el nombre actual de Santa Claus.
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