¿Imaginas despertar cada día en una ciudad? ¿Vivir con la mochila a la espalda viajando por el mundo con tus padres y hermanos? Aventuras, experiencias únicas, aprendizajes continuos, anécdotas increíbles y tantos álbumes de fotos que podrías llenar una biblioteca entera.
Sus nombres son Candelaria Chovet y Hermann Zapp, una pareja de arriesgados argentinos que cuentan en sus desgastadas zapatillas más kilómetros que Marco Polo. Y eso no es todo, tras ellos van sus cuatro hijos. Llevan una sonrisa pintada en el rostro y la curiosidad impresa en su corazón, no necesitan alas para volar, solo su viejo coche de 1928.
11 años en la carretera
Lo entendemos. Cuesta de creer. Nosotros estamos acostumbrados a nuestras rutinas, nuestra casa de hormigón, nuestro sofá frente al televisor, nuestro trabajo, ese bar de la esquina donde tomar café… y por qué no, unas vacaciones de vez en cuando. En cambio, Candelaria y Hermann carecen de estas «obligaciones materiales». La carretera es su libertad y la curiosidad su motivación diaria, esa de la que sus hijos se están impregnando también. No conocen qué es la prisa. Quizá por ello viajan con un viejo Graham-Paine de 1928, que no sobrepasa los 60 km/h.
Pero ojo, no es un coche cualquiera. No es el Delorean de Marty Mcfly en «Regreso al futuro», pero al verlo tenemos la sensación de que en él se mezcla algo antiguo con algo moderno. Hermann le ha hecho tantas remodelaciones, añadidos y ampliaciones que sin saber cómo, se ha convertido ya en un pequeño apartamento con ruedas. Con él han recorrido miles de kilómetros a través de grandes ciudades, bosques, desiertos, selvas, pequeños pueblos olvidados y capitales exóticas.
Aunque no lo creas, con este peculiar Graham-Paine de 1928, los Zapp han logrado navegar por el Amazonas añadiéndole una enorme balsa con troncos. También lo han introducido en un barco para surcar el Atlántico y el Pacífico. Son unos aventureros natos del siglo XXI, unos personajes dignos de cualquier novela de Julio Verne.
Son 11 años los que llevan ya en la carretera desde ese día en que esta secretaria y este mecánico decidieron venderlo todo para cumplir sus sueños: partir desde Argentina hasta Alaska con su viejo coche a 60 kilómetros por hora. Al principio no eran más que un par de turistas… pero los años pasaron y aparecieron 4 invitados más en el interior del automóvil: sus cuatro hijos.
Sin saber cómo, se habían convertido en una auténtica familia nómada.
El afecto de la gente en cada kilómetro
Carritos para los niños, comida, hospedaje, medicinas… No importa si los Zapp están en Asia, en Oceanía o en América, el afecto parece ser universal en cualquier latitud, y eso lo han comprobado de primera mano esta entrañable familia nómada.
El contacto con la gente es lo mejor de sus viajes, suelen comentar. Les reciben en sus casas, les acogen con increíble amabilidad sorprendidos por su empresa, por esa maravillosa aventura que, de momento, no parece terminar aún. De hecho Candela y Hermann ya han escrito su primer libro: «Atrapa tu sueño», que se edita en España a través de la librería Altair.
Disponen además de una web donde hablan de sus vivencias diarias, de ese modo de existencia donde no tienen la obligación de pagar luz, ni gas, ni impuestos. Una vida donde diariamente dan una enseñanza a sus hijos: el modo de vida de los elefantes de Borneo, el impacto de la deforestación de la selva, el desastre de la basura en las playas, las distintas religiones, los regímenes de Korea o Filipinas, el misticismo del Himalaya…. y la belleza de un planeta que merece la pena cuidar.
Mientras otros niños estudian en sus libros de texto imaginando qué puede haber más allá de esos dibujos, los hijos de los Zapp pueden tocar el mundo de primera mano.
Los sueños, en ocasiones, son sencillos de alcanzar. Solo requiere algo de decisión, y un toque de encantadora locura.