Los pactos con el diablo pueblan las leyendas y la literatura universal. En Supercurioso os hemos hablado de varios supuestos pactos con el demonio como el de Urbain Grandier o Baudelaire. En el terreno de la música existen varias leyendas como la de Paganini o la del el guitarrista que vendió su alma al diablo. La Sonata del Diablo de Tartini, ¿fruto de un pacto demoníaco?
La Sonata del Diablo ¿fruto de un pacto demoníaco?
En el caso de Niccoló Paganini, cuenta la leyenda que el diablo le ofreció a cambio de su alma una habilidad extraordinaria como violinista. En realidad, esa maestría con el instrumento era fruto de una enfermedad conocida como síndrome de Marfán.
La sonata que hoy nos ocupa fue compuesta por otro músico insigne, Giuseppe Tartini, en 1713. La particularidad de esta pieza conocida también como «El trino del diablo» fue expuesta por el propio Tartini. El músico soñó que pactaba con el diablo y componía una sonata inmejorable. Al despertar compuso una pieza que, a pesar de decir él mismo que no era tan extraordinaria como la del sueño, es la mejor de toda su obra.
¿Pactó realmente con el diablo y lo disfrazó de sueño? ¿Quiso crear una polémica entorno a su obra para darle fama? Lo que sí que consiguió es que se tejiera una leyenda a su alrededor y que la «Sonata para Violín en Sol menor» pasara a ser conocida popularmente como «La sonata del diablo» o «El trino del diablo». Estas fueron sus palabras, recogidas por el astrónomo francés Jérôme Lalande en su libro «Voyage d’un François en Italie»:
“Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien; todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído…»
Aquí tenéis la Sonata que compuso Tartini después del sueño de pacto con el diablo.
En 1715, Tartini se convirtió en el primer propietario de un violín que había fabricado el mismísimo Antonio Stradivari. Hizo importantes innovaciones en el campo musical, como el descubrimiento de una tercera nota producida en la combinación tonal de 2 notas simultaneadas durante un cierto tiempo y un técnica nueva para manejar el arco del violín. Tartini vivió hasta los 77 años y compuso 150 conciertos y más de 100 sonatas, siendo la mejor de ellas la Sonata del diablo.
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