Existe la leyenda urbana de que el Vaticano esconde una colección de arte pornográfico entre sus tesoros y que la curia mantiene esos ejemplares en secreto que son antigüedades que proceden del Santo Imperio Romano Germánico al que le fueron incautadas. Cuando se consulta a los expertos, estos afirman que esta leyenda no es real y el Vaticano no posee ningún tipo arte pornográfico más allá de unos cuantos objetos renacentistas y algunos dibujos curiosos de Miguel Angel. Sin embargo sí que existe una habitación que podría estar en la base del rumor, es la Stufetta del cardenal Bibbiena: ¿pornografía en el Vaticano?
Stufetta del cardenal Bibbiena
El Cardenal Bibbiena fue un eclesiástico, diplomático y literato italiano adscrito a la familia Médici. Nació en 1470 y murió en 1520, viviendo a caballo entre Florencia y Roma. Muerto el Papa Julio II, actuó como conclavista y favoreció la elección de Giovanni de Médici, el cual, una vez en el pontificado le dio varios importantes cargos que lo convirtieron en el hombre más influyente del papado.
Fue un hábil diplomático, pero la vida eclesiástica no le satisfacía por lo que se entregó a los placeres mundanos. Fue protector y amigo de muchos artistas y humanistas de su época, entre ellos de Rafael Sanzio que además de retratarlo en su obra «La batalla de Ostia» fue el encargado de decorarle la «Stuffetta».
El Cardenal Bibbiena tenía sus propias habitaciones en el Vaticano, muy cerca de la llamada «Logia de Bibbiena» decorada por alumnos de la escuela de Rafael. Al parecer el Cardenal le pidió al propio maestro que le decorase la «Stufetta». Una «stufetta» o «calentador» era una habitación caldeada que servía como cuarto de baño y Bibbiena pidió que la decoración fuera a base de escenas de la mitología griega y romana. La obra se inició y terminó en 1516 y como era un hombre de talante mundano escogió para disfrutar mientras se bañaba imágenes eróticas y subidas de tono ejecutadas siguiendo el modelo de las pinturas encontradas en la «Domus Aurea».
La habitación es cuadrada y mide 2’52 m. por lado y está decorada con estuco y frescos. Las escenas representadas son, entre otras que es prácticamente imposible distinguir: Venus y Adonis, El nacimiento de Erictonio, El nacimiento de Venus, Venus y Cupido conducidos por los delfines y Venus herida de amor. Pueden verse también ninfas desnudas espiadas por rijosos sátiros, amorcillos cabalgando tortugas e incluso escenas en las que se perciben violaciones o al dios Pan con una enorme erección que se intentó borrar picando el yeso y cubriéndolo después.
La habitación fue encalada e incluso en algún momento utilizada como cocina y los frescos están muy deteriorados. En el siglo XIX se encargó a un restaurador llamado Vicenzo Camuccini que iniciase una pequeña restauración. Se liberaron de cobertura algunas de las pinturas y se procedió a su estudio, aunque se encontraban y se encuentran en muy mal estado.
Actualmente la Stufetta del cardenal Bibbiena se considera una de las habitaciones secretas del Vaticano, no tanto por las escenas eróticas que cubren sus paredes como por el hecho de que ha quedado dentro del espacio llamado «habitaciones privadas del Papa», en concreto en el tercer piso del Palacio Apostólico al lado de una sala de reuniones, y por tanto es muy difícil visitarlo. A pesar de eso algunas personas lo han conseguido.
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