Parece que realmente complicado ponerse de acuerdo respecto al tema de la higiene. Mientras unos aseguran que ducharse a menudo es algo correcto y de persona civilizada, hay quienes nos incitan a no hacerlo, porque sostienen que las duchas demasiado frecuentes pueden ser perjudiciales para nuestra piel. ¿Cuál es el equilibrio perfecto? ¿Cómo lograr ser alguien bienoliente, respetando el equilibrio de los aceites naturales y organismos de nuestra piel? ¡Vamos a verlo!
¿Y si te estuvieras duchando demasiado?
La falta de respuestas claras a esta pregunta tiene un motivo, pues no existe un organismo de investigación que se dedique a señalar con precisión cuán a menudo debemos lavarnos ni de qué forma.
La confusión es tal, que hace peligrar la pregunta original del artículo sobre si te estás duchando demasiado pues, a fin de cuentas, no existen estudios disponibles que hayan hallado una respuesta oficial a esta duda y eso que, según nuestra opinión, sería muy interesante responderla, pues queremos ser limpios, pero también respetar nuestro cuerpo y ¿cuándo nos dirán cuál es el equilibrio correcto?
Lo que sí sabemos
Si bien no existen conclusiones oficiales, sí se está extendiendo cada vez más la idea de que nuestra forma de vida actual, con tanta higiene en la mayoría de personas, que implica el uso de champú, multitud de jabones de colores y olores fragancias exóticos… Esán perjudicando a un sistema complejo presente en nuestro cuerpo, al que la ciencia todavía no ha llegado a comprender realmente: el microbioma humano.
El microbioma es la colección de bacterias, virus y otros microbios que viven en y sobre tu cuerpo. Sabemos que estas pequeñas criaturas son muy importantes para tu salud. Sin ellos, tu sistema inmunológico, la digestión, e incluso tu corazón cesarían en su buen funcionamiento o fallarían por completo. Podría tener sentido entender el microbioma como un sistema de órganos paralelo que sirve como complemento, vinculado con las bolsas más voluminosas de tejido húmedo que forman la máquina humana.
No obstante, los investigadores dicen que por el momento la ciencia sólo ofrece una pequeña porción del cuadro completo del papel que juegan nuestros microbiomas en nuestras vidas. Existen evidencias indirectas que sugieren que la ducha daña tu microbioma de la piel, lo que a su vez daña la salud de la misma.
A grandes rasgos, está bastante claro que la vida interior, urbanizada y esterilizada deja a las personas con microbiomas menos complejos y robustos. Y está bien establecido que una ducha con champú y jabón, se lleva gran parte de tu complemento de microbios, así como aceites necesarios que la industria cosmética luego intenta reemplazar, utilizando acondicionadores y cremas hidratantes.
¿Y el hedor? Aquí está el problema: Algunas de las bacterias que componen tu microbioma excretan sustancias químicas desagradables que suman olores que fluyen de los pliegues y pliegues de tu cuerpo. Si dejáramos de enjuagarlos, o matarlos con desodorante, las cosas podrían ponerse bastante desagradables.
Sin embargo, los defensores del rechazo a la ducha dicen que el problema sólo existe porque nuestro microbioma está demasiado interrumpido. La teoría dice que tu cuerpo se ajustaría a la vida sin ducha, y tu microbioma renovado, recalibrado, olería mucho mejor.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que realmente se desajusta nuestro cuerpo y deberíamos lavarnos menos o del mismo modo que se adaptaría a la falta de duchas, nuestro organismo termina acostumbrándose a la presencia de jabón?
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