El enfrentamiento que existió a lo largo de muchos años entre Edison y Tesla es de común conocimiento, pero el extremo al que llegó el primero para hundir al segundo quizá no lo sepa todo el mundo. Conoce la historia de Topsy, la elefanta a la que electrocutó Edison para hundir a Tesla.
Topsy la elefanta, Edison y Tesla
La historia de Topsy, la elefanta circense, es una historia de cautiverio y sufrimiento hasta su cruel final a manos de los técnicos de Edison, que no dudaron en electrocutarla, el 4 de enero de 1903, para demostrar que su «archienemigo», Nikola Tesla, había inventado algo extremadamente peligroso: La corriente alterna. La disputa entre ambos se conoce históricamente como «La guerra de las Corrientes» y Tesla salió vencedor.
Topsy nació en algún lugar del sudeste de Asia hacia 1875 y fue llevada a los EE.UU. cuando era un bebé. Se publicitaban sus actuaciones diciendo que era la primera elefante nacida en América, pero eso no era cierto. La mayoría de animales en los circos de la época sufrieron muchísimo a manos de sus entrenadores que no veían mal alguno en castigarlos y torturarlos para que obedecieran. Topsy no fue una excepción y pasó de un circo a otro siendo tratada de manera salvaje. En una ocasión mató aplastándolo a un hombre borracho que se empeñaba en encenderle la trompa con un cigarro puro y tras este y otros ataques a personas fue considerada peligrosa. Como nadie la quería, sus amos decidieron sacrificarla.
Primero se pensó en ahorcarla y vender entradas para el espectáculo, pero luego Edison convenció a la Sociedad Protectora de Animales que era mejor electrocutarla, con la intención añadida de demostrar su teoría sobre la peligrosidad de la corriente alterna.
Edison había inventado la corriente continua que avalaba General Electric, pero que necesitaba cables de distribución del ancho de una muñeca humana para llegar a los hogares y unos equipos de inmenso tamaño. Tesla había inventado la corriente alterna que con equipos mucho menores era incluso más eficaz. Westinghouse compró la patente a Tesla y empezó la guerra entre los bandos.
Topsy fue un «daño colateral» en esa guerra. Como la corriente alterna iba ganando campo a la continua, el 4 de enero de 1903 la elefanta a la que previamente se le habían dado a comer zanahorias rellenas con 460 gramos de cianuro potásico, en un espectáculo que reunió a más de 1.500 personas, fue electrocutada con corriente alterna. Edison hizo filmar la muerte del animal, que hubiera muerto de todos modos, debido al cianuro que cruelmente se le administró.
Harold Brown, empleado de Edison, antes de electrocutar a Topsy hizo lo mismo con varios perros y gatos y todo ese sufrimiento no sirvió para nada; al poco tiempo Tesla hizo una demostración en la que se expuso a que la electricidad alterna circulara por su cuerpo sin causarle el menor daño. Demostrando que con medidas de seguridad, su nueva corriente no era más peligrosa que la de Edison.
Esta prueba hundió definitivamente el proyecto de Edison, que ya no pudo hacer nada más y cuyo prestigio, ante todos los argumentos y pruebas con los que había intentado mancillar el nombre y el invento de Tesla, quedó en aquel momento muy erosionado.
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