Es muy fácil mirar atrás y ver que en muchas ocasiones hubo signos de alarma antes de grandes desastres a los que nadie hizo caso. Lo difícil es prestar atención a esas señales antes de que la situación sea irreversible. 3 Tragedias históricas de las que se ignoraron las advertencias y mucha gente no sabía que las hubo.
Advertencias de Tragedias históricas
1. Hundimiento del Lusitania
El Lusitania era un buque de linea británico que fue torpedeado y hundido por un submarino alemán el 7 de mayo de 1915, junto a la costa irlandesa, durante la Primera Guerra Mundial. Murieron 1.195 personas. Las advertencias que pudieron haber evitado la tragedia fueron por una parte los propios avisos del gobierno alemán, que en The New York Times había anunciado que consideraba cualquier nave con bandera enemiga un objetivo. Incluso el propio día en que partió, los alemanes habían vuelto a publicar el anuncio en la misma página en la que el diario se hacía eco de la partida del barco en su viaje de vuelta a Inglaterra desde Nueva York.
También el gobierno británico había advertido al capitán del Lusitania del peligro que suponía la navegación próxima a la costa del país. Los submarinos alemanes no dejaban de vigilar la zona. Se le dijo al capitán que debía navegar en zig-zag y a toda velocidad. Incomprensiblemente el capitán no hizo caso; navegaba muy próximo a la costa, en linea recta y disminuyó la velocidad con lo que convirtió al Lusitania, un barco de grandes dimensiones, en un blanco perfecto.
2. Desastre del Challenger de 1986
Muchos de nosotros recordamos la explosión del transbordador espacial Challenger el 28 de enero de 1986. Millones de personas vieron la explosión en directo. La causa fue el hielo que se formó en las juntas tóricas que se usaban para separar la lanzadera de los cohetes.
Bob Ebeling, que era ingeniero de la empresa Morton Thiokol que trabajaba para la NASA, junto con 4 compañeros intentaron impedir el lanzamiento del Challenger ese día. Advirtieron que el clima era excesivamente frío para asegurar el buen funcionamiento de las juntas de sellado y que si el sellado no era correcto podía producirse una explosión. Pidieron encarecidamente que se retrasase el lanzamiento hasta que el tiempo mejorase. En un primer momento se hizo caso de su advertencia y se retrasó el lanzamiento, pero finalmente por diversas presiones, ya que llevaban un retraso de 6 días, el transbordador despegó. Explotó a los 73 segundos de haber salido de la base causando la muerte a 7 personas.
3. Terremoto y tsunami de 2004
Tras el terremoto y el posterior tsunami, ocurrido el 26 de diciembre de 2004, el balance de víctimas mortales fue de más de 230.000 personas. Es uno de los peores desastres naturales de la historia de la humanidad. Desde que ocurrió se han oído muchas voces quejándose de que no se hizo caso de las advertencias y que si se hubieran tenido en cuenta los terribles resultados se hubieran minimizado.
La primeras advertencias partieron siete años antes de un alto funcionario tailandés que empezó una campaña ante el temor de que el país fuera golpeado por un gigantesco tsunami. Nadie le hizo caso. Lo tildaron de loco y de amenaza para el turismo apartándolo del gobierno. Tras el terremoto, el Sistema de Alerta de Tsunami que funciona en el Océano Pacífico advirtió a los gobiernos de varios países de Asia del peligro de tsunami. Unos ignoraron las advertencias por completo y otros no actuaron convenientemente avisando a los moradores de las zonas costeras para no crear alarma. En Indonesia, donde el mar se retiró cientos de metros, en vez de tomar esto como una alerta, muchos se dedicaron a recoger el pescado varado y a mirar. Si alguien hubiera transmitido las advertencias del Sistema de Alerta de Tsunami, seguramente se hubieran podido salvar miles de vidas.
Muchas veces por desidia o por intereses económicos se ignoran las advertencias y después ya no hay remedio para las desgracias, como ocurrió con estas tres tragedias históricas. ¿Conoces más hechos semejantes? Si te ha interesado este artículo, quizá quieras leer:
–El hundimiento del vapor Príncipe de Asturias, el Titánic español