Érase una vez un tigre, un oso y un león. Esta es una de esas historias que lejos de pertenecer al mundo de los cuentos, ha sucedido en esta asombrosa realidad para que una vez más, nos inclinemos hacia ellos, hacia esos animales a quienes llamamos salvajes pero de los que tanto deberíamos aprender.
No estamos ante un cuento de fantasía, no es el «Libro de la Selva», pero también aquí hay una moraleja en un relato que empezó de una forma oscura, muy oscura: en un sótano frío húmedo donde un traficante de drogas había encerrado a su último capricho:
Un tigre, un oso y un león…
La historia de tres GRANDES amigos: un tigre, un oso y un león
Empezaremos haciendo las presentaciones:
- Baloo es un oso negro americano
- Leo es un precioso león africano
- Shere Khan es un impresionante tigre de Bengala
Estos tres amigos cuentan con la misma edad: 15 años, y aunque a día de hoy viven plácidamente en el Arca de Noé de Georgia, en Estados Unidos, eran solo unos cachorros cuando la policía los descubrió en el sótano de un traficante de drogas en Atlanta. Estábamos en el 2001, y la verdad es que pocos pensaban que estas tres criaturas tan frágiles pudieran salir adelante.
Tenían entre 4 y 7 meses, estaban enfermos, desnutridos y heridos. Si eres algo sensible a estos temas es mejor que evites leer el siguiente párrafo: Shere Khan estaba infectado por parásitos, por su parte, Leo estaba herido y confinado en una pequeña jaula con la herida terriblemente infectada. En cuanto a el pequeño Baloo, los traficantes le habían puesto un arnés que ya le quedaba pequeño y que se había incrustado en su carne. Tuvieron que someterlo a cirugía para poder extirparselo. Terrible.
Un tigre, un oso y un león de casi la misma edad que habían compartido penurias, enfermedades y miedos, y que cuando fueron rescatados por el Departamento de Recursos Naturales de Georgia, tuvieron que pasar un tiempo en las mismas instalaciones para ir recuperándose poco a poco de sus lesiones. El «Noé Ark» decidió no separarlos, y permitir que su propia relación fuera una auténtica terapia con la cual, salir fortalecidos.
Y así fue:Baloo, Leo y Shere Khan se alimentaban juntos, dormían juntos y jugaban siempre unidos como un círculo protector ajeno a razas, especies, pelajes y «gruñidos». La suya era una historia en común, tenían -y tienen- un vínculo que han mantenido desde entonces. Y aunque nos sorprenda, ya han pasado 15 años desde entonces, y no han dejado nunca de asearse el uno al otro y al tercero, en que no se froten las cabezas, los lomos y las barrigas, y en que no hayan dejado escapar un día sin caer al suelo hechos una bola de pelaje entre mordiscos amables y ronroneos.
Viven en una misma cabaña en este paraíso natural sin animo de lucro donde cada año rescatan a cientos de animales. Muchos de ellos vuelven a su hábitat, pero en el caso de Baloo, Shere Khan y Leo pensar en su reintegración era algo más que imposible. Nunca se supo muy bien como, por qué y de qué manera acabaron en aquel sótano, sin embargo, poco importa ya en vista de esa vida tan plena que han vivido y que siguen compartiendo, porque tal y como nos dicen sus cuidadores, ya no son jóvenes, los años empiezan a pesar y eso es algo que se nota.
Pero a estos tres amigos inseparables no les importa la vejez, porque los animales son sabios y saben que lo que importa de verdad es el «aquí y ahora» y tener dos buenos amigos con los que echar una siesta…
¿Estás de acuerdo? No olvides dejarnos tu opinión y recordar nuestro artículo: sobre el gato refugiado que se convirtió en héroe.
Imágenes: Noah´s ark home