Te aseguramos que la foto que estás viendo de esta muchacha no está retocada. No al menos la imagen, pero obviamente sí la chica en cuestión. Y bastante. De hecho puede llevarse el récord a las visitas al quirófano y a las horas de maquillaje para simular esa piel de plástico, y esos increíbles ojos muñeca seductora. Es una Barbie de carne y hueso, el símbolo absoluto de una fascinación que roza ya lo enfermizo y patológico. ¿Quieres saber más cosas de Valeria Lukyanova?
Una Barbie real, de carne y hueso
Esta perfecta chica de plástico nació en Moldavia y ahora vive en Ucrania. Es posible que ya la conozcas porque sus imágenes son más que habituales en las redes sociales. Su vida está enfocada única y exclusivamente a conseguir una metamorfosis perfecta hacia esa figura que ha admirado desde la infancia. La perfecta y rubia Barbie. Según ella misma en la adolescencia tuvo una pequeña crisis «existencial» hacia lo gótico, pero después de su boda, las cosas empezaron a cambiar en el rumbo que siempre había deseado.
La razón de dicho cambio es que su flamante esposo es un rico acaudalado que pudo hacer realidad sus deseos más profundos: lograr ese tipo de belleza que ella considera «Universal», es decir, convertirse en una auténtica Barbie.
La primera operación fue un aumento de pechos, algo espectacular que fue, por así decirlo, el pistoletazo de salida. Más tarde iniciaría todo un complejo proceso de aprendizaje en técnicas de maquillaje, para conseguir ese inexpresivo rostro de muñeca perfecta. Cuida en especial la pintura de los ojos… grandes, bien grandes y muy exagerados. Dicen las malas lenguas que se ha extraído sus propias pestañas para implantarse unas artificiales.
Valeria Lukyanova lleva también una rigurosa dieta basadas en la ingesta de líquidos. Ella no se ve a sí misma como una mujer objeto, tampoco sus amigas, clones de otras barbies que han hecho un club que tiene por objeto hacerse muy presentes en las redes sociales. Su aspiración es llamar la atención de la industria del entretenimiento estadounidense, entrar en el mundo del cine o la publicidad, y que su imagen de la vuelta al mundo como «la perfecta Barbie humana».
De momento, no ha recibido llamada alguna de Hollywood, ni de Lancome, ni Dior. Ninguna empresa de publicidad siente curiosidad por esta Barbie de carne y hueso que reside en Ucrania. Pero ella no pierde la esperanza. Es una mujer positiva y muy espiritual, que da gran importancia a los sueños y a temas como la reencarnación. Aunque curiosamente, parece que da mucho más valor a los aspectos físicos y convencionales, porque según ella misma nos explica, aún le quedan algunos pequeños cambios que conseguir para ser una auténtica muñeca-perfecta.
Esperemos que Valeria Lukyanova no se olvide algún día de respirar…