En el corazón de la antigua Mesopotamia, existía una creencia que ponía a todos en alerta cada vez que visitaban el retrete: la presencia de Šulak, demonio temido que habitaba en estos lugares oscuros y malolientes. Este espíritu malévolo, conocido por su capacidad para infligir enfermedades y desgracias, se escondía en las sombras, esperando el momento perfecto para atacar a los incautos que respondían a la llamada de la naturaleza.

En esta exploración de Šulak en Supercurioso, descubriremos más sobre sus orígenes, cómo era representado, los síntomas y enfermedades que se le atribuían, y las estrategias que los antiguos mesopotámicos empleaban para protegerse de su influencia. Acompáñanos en este viaje a través del tiempo para entender mejor a este fascinante y aterrador demonio del retrete.

Sulak, el terrorífico demonio del retrete

Sulak, el terrorífico demonio del retrete. Estás indefenso ¡Vigila!

Babilonia fue la capital del Imperio Babilónico que se desarrolló en la baja Mesopotamia entre el 1792 a.C. y el 539 a.C. Tenían una religión politeísta basada en dioses antropomórficos y entre esas divinidades encontramos a un demonio terrorífico llamado Sulak.

Sulak era el demonio del retrete en la tradición médico-mágica babilónica. Aparece mencionado en una tabla (la XXVII) del manual de diagnóstico babilónico escrito por Esagil-kin-apli de Borsippa, «ummânū» o jefe médico investigador durante el reinado de Adad-apla-iddina entre 1069-1046 a. C.

Sulak es el causante de un gran número de enfermedades como la epilepsia, los derrames cerebrales o causa caídas repentinas. Los ictus fueron descritos en el segundo milenio antes de Cristo y como se desconocía su causa era fácil atribuirlo a un ser maligno. A Sulak se le considera un demonio «merodeador», ya que espera a sus víctimas en un lugar determinado y las ataca cuando las ve indefensas.

Un momento ideal para sus propósitos en la soledad del retrete, en el momento en que las personas proceden a orinar o defecar, se encuentran en total indefensión. La víctima elegida es vulnerable y está completamente expuesta a su ataque.

Sulak también castiga un hecho concreto: mantener relaciones sexuales en una zona próxima a sus dominios. Si el demonio encuentra a alguien en esa tesitura cerca del retrete, lo castigará con un derrame cerebral y si de esa relación naciera descendencia, sufrirían epilepsia.

Apariencia y representación de Šulak demonio

sulak demonio del baño

En la antigua Mesopotamia, Šulak era a menudo descrito en textos y visiones como un león rampante, una imagen que simbolizaba tanto su ferocidad como su capacidad para acechar en lugares oscuros y ocultos, como los retretes.

Una de las descripciones más detalladas proviene de la visión del inframundo de un príncipe asirio del siglo VII a.C. En este texto neoasirio, el príncipe Kumma describe a Šulak como un león, una representación que subraya su fuerza y su naturaleza amenazante.

Además de las descripciones textuales, Šulak también aparece en hemerologías y listas de demonios de la época. Estas fuentes lo sitúan en varios hábitats, como plantaciones de dátiles y asentamientos del desierto, aunque su asociación más común es como uno de los demonios que viven en el baño.

En una hemerología paleobabilónica de Tell Haddad, Šulak es descrito metafóricamente como un viento de la «casa de pedo», una expresión que enfatiza su conexión con los lugares impuros y desagradables.

Los dioses sumerios tenían muchos puntos en común con los dioses de otras religiones de Oriente Medio. Sulak se asemeja enormemente a un demonio del Talmud llamado «ShedBet ha-Kise». Este también habita en el «excusado», toma la forma de un animal, bien sea un león o una cabra y causa el mismo tipo de enfermedades.

Hábitat: El retrete y otros lugares

Demonios que viven en el baño

Šulak, el temido demonio del retrete, habitaba en estos oscuros y malolientes espacios en la antigua Mesopotamia. Los retretes, similares a las letrinas antiguas de Roma, eran espacios peligrosos donde Šulak acechaba para atacar a los incautos. Para protegerse, los mesopotámicos colocaban figuras protectoras de leontocentauros Urmahlullu en las entradas de los retretes, con inscripciones que bloqueaban al demonio.

Además de los retretes, Šulak también se asociaba con otros sitios peligrosos. En una visión del inframundo del príncipe asirio Kumma, del siglo VII a.C., Šulak aparece como un león rampante acechando en los oscuros rincones del inframundo. También se le situaba en plantaciones de dátiles y asentamientos desérticos, donde podía atacar a los trabajadores y viajeros desprevenidos.

Un texto paleobabilónico lo describe metafóricamente como un viento de la «casa de pedo», reflejando su conexión con la suciedad y los malos olores. Además, los sistemas de alcantarillado de las ciudades, que podían permitir la entrada de animales peligrosos, aumentaban el temor a Šulak.

Patologías asociadas a Šulak demonio

En la antigua Mesopotamia, se creía que Šulak podía causar una serie de enfermedades y síntomas, especialmente aquellos relacionados con parálisis y afecciones neurológicas.

Una de las patologías más temidas asociadas con Šulak era la parálisis, que se creía era el resultado de un golpe del demonio. Este golpe, descrito en antiguos manuales de diagnóstico médico, podía provocar hemiplejía, una parálisis de un lado del cuerpo.

Dependiendo del lado afectado, el pronóstico podía variar: si la parálisis afectaba al lado derecho, había esperanza de recuperación, pero si afectaba al lado izquierdo, especialmente la parte frontal del cuerpo, el pronóstico era mucho más sombrío.

Además de la parálisis, Šulak demonio podía causar šimmatu, una condición que afectaba los ojos, el cuello y los labios, causando una sensación de ardor similar a la del fuego. Esta enfermedad era particularmente dolorosa y debilitante, y se creía que solo podía ser aliviada con tratamientos específicos.

Los médicos de la época prescribían un aceite especial que debía aplicarse tres veces al día, junto con un saquito de cuero con ungüentos y otros remedios para tratar la parálisis facial.

Además de los síntomas físicos, Šulak también podía «poseer» a sus víctimas, causando una variedad de males que se atribuían a su influencia demoníaca. Estos incluían no solo problemas físicos, sino también afecciones mentales y emocionales, que eran vistas como manifestaciones de la presencia del demonio.

Con todo esto, ¿qué te ha parecido Šulak demonio? Seguro que ahora tendrás más cuidado a la hora de ir al baño en la noche. ¡Déjanos saber en los comentarios tus opiniones!