70 millones de soldados, 10 millones de muertos y 20 millones de heridos, 10 millones de refugiados en toda Europa y 6 millones de prisioneros. Los datos de la 1ª Guerra Mundial son tan desoladores como las miles de impactantes imágenes de las trincheras, los hospitales militares, las armas, la entrada de los ejércitos en las ciudades, la desolación de los prisioneros y los refugiados. Un horror que también queda patente en una serie de curiosidades que nos muestran cómo la guerra lleva al ser humano a límites insospechados de locura, crueldad, desesperación y monstruosidad.
10 alucinantes datos de la 1ª Guerra Mundial
1. “Yo quisiera ser civilizado como los animales”
La germanofobia fue tan intensa en Estados Unidos que se llegó al extremo de asesinar a los perros de raza pastor alemán. Los nombres de salchichas y hamburguesas fueron cambiados por nombres americanos, además de dejar de impartir clases de alemán en las escuelas y prohibirse los libros escritos en dicha lengua. Con anterioridad a la guerra, el alemán había llegado a ser el segundo idioma más hablado en el país.
2. Los niños soldado
Muchos niños y adolescentes mentían sobre su edad para alistarse. El más joven de entre los que quedaron registrados fue Sidney Lewis de tan sólo 12 años.
3. Racismo
Aunque en aquel momento aún carecían del derecho a ser considerados como ciudadanos de los Estados Unidos, algo que no se le concedió hasta el año 1924, los nativos americanos y los afroamericanos sirvieron en el ejército durante la 1ª Guerra Mundial.
Se estima que se alistaron unos 13.000 nativos americanos y más 200.000 afroamericanos, de los que un 11% entraron en combate y, por supuesto, luchando en divisiones segregadas del resto de combatientes.
4. Dejarse la piel
Durante la 1ª Guerra Mundial muchas mujeres comenzaron a trabajar en las fábricas de armamento. Uno de los casos más impactantes fue el de las trabajadoras llamadas “canarias” por el color amarillento que fue adquiriendo su piel debido al contacto directo con el TNT. El TNT o trinitrotolueno era un explosivo de tono rojizo que era comúnmente utilizado en la fabricación de proyectiles. Además de manchas en la piel, el TNT les causó infertilidad y problemas respiratorios.
5. Las Biblias antibalas
Durante la 1ª Guerra Mundial se hizo sumamente popular una leyenda urbana que aseguraba que muchos soldados habían salvado su vida gracias a llevar una Biblia de bolsillo protegiendo el corazón.
No sé sabe bien si por esa causa o por la necesidad de aferrarse a la fe en aquellos desoladores años, pero el caso es que en Gran Bretaña se llegó al extremo de que los ejemplares de Biblias de bolsillo se agotaron durante la guerra. Sea como fuere, sólo están documentados dos casos en los una Biblia detuvo una bala.
6. Matar al mensajero
Las trincheras de la 1ª Guerra Mundial devastaron a los soldados desde el punto de vista físico y psicológico. Sin comida, en condiciones de higiene infrahumanas y conviviendo día a día con la muerte, los soldados recurrían a ingeniosas maneras de comunicarse entre trincheras mediante signos, cohetes, lámparas o banderas, así como enviando animales con mensajes, normalmente palomas o perros, algunos de los que cuales llegaron incluso a ser condecorados por sus servicios. Pero también, y como se refleja en la película “Galipoli”, se recurrió a los corredores profesionales para llevar información de una línea de trinchera a otra. Fue uno de los puestos más peligrosos pues, además de la tensión de llegar a tiempo con los mensajes, eran blanco prioritario para la línea enemiga.
7. Tecnología armamentística y fuerza animal
Aunque se la considera la primera guerra moderna de la Historia, en la 1ª Guerra Mundial se dio un curiosa y bizarra mezcla de lo antiguo y lo moderno. Así, en los campos de batalla y junto a las terribles armas químicas y las máscaras antigas antiguas, la artillería y ametralladoras podía verse a la caballería armada con lanzas de acero.
Los británicos fueron los primeros en llevar vehículos blindados a la batalla, concretamente fue en el año 1916. Se referían a ellos como tanques como nombre en clave al objeto de que los espías alemanes pensaran que se estaban refiriendo a tanques de agua. Respecto a la fuerza animal, la final de la contienda se contaban en más de 8 millones los caballos que habían muerto en el frente occidental.
8. Los primeros grandes avances en cirugía plástica
Los enormes daños causados por la metralla y las potentes explosiones en el rostro llevaron a los médicos a investigar e ir diseñando máscaras faciales que permitían a los soldados recuperar cierta normalidad en sus vidas y volver a presentarse ante sus familiares y amigos sin el miedo a un posible rechazo.
Harol Gillies, considerado el padre de la cirugía plástica moderna, realizó en el Queen Mary’s Hospital más de 11.000 operaciones junto a otros colegas de profesión. Una de las primeras operaciones de reconstrucción facial se realizó en el año 1917, año en el que también se creó el primer banco de sangre en primera línea.
9. Se puso género a los tanques
Hubo tanques masculinos, los que llevaban cañones, mientras los que llevaban ametralladoras se consideraron de sexo femenino, recibiendo nombres en consonancia. El tanque prototipo fue bautizado como Little Willie.
10. Ir a la guerra en taxi
En el año 1914 y en el momento en el que los alemanes entraban en Bélgica y se acercaban peligrosamente a París, el general José Gallieni, gobernador militar de París, envio refuerzos militares a primera línea en taxi. Para ello contrató 600 taxis de la ciudad de París y durante 24 horas un constante convoy de taxis llevo numerosas tropas de reservas francesas al campo de batalla.
Si te ha interesado el tema de las cifras y hechos de la 1ª Guerra Mundial, seguramente os gustara conocer la historia de los hombres sin rostro de la Primera Guerra Mundial.</p