Normalmente, nuestra sociedad suele valorar los comportamientos extrovertidos. Personas dinámicas, habladoras, con personalidades que asumen riesgos, que se relacionan hábilmente y a las que les suele gustar ser el foco de atención.

A los introvertidos, en cambio, se les asocia normalmente con ideas algo erróneas, como la timidez o la falta de habilidades sociales. Imágenes que no siempre son ciertas, puesto que también es muy frecuente, por ejemplo, encontrarnos con personas extrovertidas con escasas habilidades sociales. Hemos de puntualizar a su vez, que no hay una personalidad mejor que otra, un extrovertido nunca será mejor que un introvertido y a la inversa. Son, simplemente, comportamientos diferentes y modos distintos de enfocar la vida.

10 aspectos con los que si eres introvertido seguramente te identificarás

Hablemos hoy de los introvertidos, vamos a enumerar una serie de dimensiones con las que habitualmente suelen identificarse, después, coméntanos si te son conocidas estas situaciones. ¿Empezamos?

1. Los demás piensan que soy antipático

Normalmente a los introvertidos los suelen etiquetar como antipáticos o tímidos, pero en realidad, tienen otros intereses que van más allá. No están tan pendientes de socializar, de tener que estar obligados a caer bien a todo el mundo.

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Suelen ser más independientes y disfrutan de sus instantes de privacidad.

2. Prefieren escenarios más tranquilos

Los introvertidos disfrutan más de escenarios con un nivel bajo de estimulación. Esto no quiere decir que un extrovertido también lo haga de vez en cuando, pero el introvertido siempre se identificará más con estos tipos de lugares.

3. A los introvertidos no les incomoda el silencio

Hay muchas personas que ven en los silencios instantes de incomodidad. Si en medio de una conversación aparece un silencio, muchos intentan evitarlo con aquello que primero les venga a la mente. A los introvertidos no les importan estas situaciones, es más, compartir un silencio es, en ocasiones, un modo de demostrar complicidad entre dos personas, sin obligación alguna de hablar.

4. Después de socializar, necesitan desconectar

Los introvertidos pueden disfrutar de una fiesta como todo el mundo, pero si ésta se alarga demasiado acaban agotándose.

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Después de muchas horas de socialización necesitan «recargar energías de soledad», volver a ser ellos mismos con tranquilidad.

5. Mejor quedar con una única persona que en grupo

Los introvertidos suelen establecer buenos lazos de amistad, fuertes y muy sinceros. Pero con pocas personas. No les suelen gustar las reuniones con muchas personas, siempre disfrutarán quedando frente a frente con una sola persona. Es para ellos más intimo y gratificante.

6. En clase, suelen sentarse al final del aula para observar a los demás

La gente suele pensar que se sientan al final de las aulas para pasar inadvertidos, pero en realidad los introvertidos son unos grandes observadores y les encanta hacerlo en silencio desde su privacidad.

7. Suelen ser más creativos y no les incomoda la soledad

Es más, disfrutan enormemente de sus instantes de soledad porque son buenos momentos para desarrollar sus aficiones: leer, escribir, dibujar, tocar un instrumento… Los extrovertidos, por su parte, necesitan de más instantes de socialización y, aunque de vez en cuando puedan disfrutar de un pequeño instante de soledad, suelen desesperarse, porque lo asocian a pérdida de tiempo o a sentirse rechazados.

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Los introvertidos, por su parte, no piensan igual.

8. Odian los trabajos en grupo

Cuando tienes que realizar un trabajo en grupo en clase, no hay tortura peor. Ya sabes lo que va a ocurrir: Discusiones, reproches, falta de entendimiento… Lo detestas, incluso preferirías hacer el trabajo tú solo antes que tener que soportar a tus compañeros.

9. Los demás te dicen que eres lento/a, pero en realidad, sólo te coges las cosas con calma

¿Por qué tener prisa? Lo importante es disfrutar del momento con tranquilidad y sin prisas, haciendo las cosas bien. Nunca entenderás por qué el resto del mundo está tan obsesionado en ir siempre tan rápido.

10. Escuchar siempre las mismas preguntas: «¿Estás bien? ¿Por qué estás tan callado?»

Porque quiero, porque no tengo nada que decir, porque estoy bien con mis pensamientos. Si te pasa esto continuamente, entonces seguramente ya sepas que eres algo introvertido y que los demás no entienden que ves el mundo de otro modo, y que es mejor hablar cuando se tiene algo importante que decir.

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