Más datos sobre los nazis, ¿es posible? Luego de develar miles y miles de historias, tan terribles como verdaderas, aún podemos sacar más, tal fue el horror al que sometió, no sólo a su propio país sino al mundo entero, este grupo alemán que supo hacerse con el poder.
Historiadores judíos y de otras nacionalidades y razas, se han dedicado a esclarecer los acontecimientos ocultos que sucedieron durante el Tercer Reich en Alemania, por los cuales ha sido posible conocer cada vez más esta tortuosa historia. Estos datos sobre los nazis, y todo lo que sabemos hasta hoy, deberían ayudarnos a evitar que algo parecido suceda de nuevo.
12 datos sobre los nazis que quizá no conocías
1. El barrio judío de Praga
Los nazis planearon convertir el gheto1 de Praga en un museo. ¿La razón? Estremecedora: querían que fuera un testimonio de una raza extinguida.
Lo llamaron Josefstadt (en castellano Josefov, o también judería), y hoy en día el antiguo cementerio, algunas sinagogas y el antiguo Ayuntamiento Judío forman parte del Museo Judío de Praga.
2. La familia Bush, patrocinadora de los nazis
Sabíamos que Henry Ford fue un activo sponsor del movimiento nazi, tal y como te lo contamos en un artículo anterior. Lo que tal vez no sepas es que también el abuelo de George W. Bush ayudó en la construcción del nazismo.
El senador Prescott Bush fue director y accionista de empresas que se beneficiaron con la generación de fondos para la Alemania nazi, según documentos del Archivo Nacional estadounidense desclasificados en 2003. Esto propició que dos sobrevivientes del Holocausto comenzaran una acción legal en contra de la familia Bush, si bien no existe una señal clara de que Prescott Bush fuera favorable a la causa nazi; sin embargo, los documentos desclasificados revelaron que una de las empresas para las que trabajó, la Brown Brothers Harriman, actuó como una base en Estados Unidos del industrial alemán Fritz Thyssen, que financió a Hitler en los 30; que Bush fue director de la Union Banking Corporation en Nueva York, representante de los intereses de Thyssen en Estados Unidos, y que continuó trabajando en este banco aun después de que los norteamericanos entraran a la guerra.
3. Suicidio colectivo
Luego de terminar la Segunda Guerra Mundial, más de 7.000 simpatizantes nazis se quitaron la vida en 1945, debido a la derrota de Alemania y a la muerte de Hitler. Aproximadamente la mitad de estas muertes ocurrieron durante la batalla de Berlín, que fue la última y más grande ofensiva de la guerra.
Eso significó que muchísimos oficiales y soldados nazis y de las SS, así como sus familias, quedaron desesperados frente a la derrota alemana; los más cercanos al poder se suicidaron, como Josef Goebbels (que envenenó a sus hijos y luego él y su esposa se dispararon), Josef Terboven o Heinrich Himmler, que lo hizo cuando fue capturado.
4. Para disimular el oro…
George de Hevesy, premio Nobel de química, disolvió las medallas de oro de los también Nobel Max von Laue y James Franck en agua regia para evitar que los nazis se las robaran.
Guardó la solución que obtuvo en una estantería de su laboratorio del Instituto Niels Bohr, y luego, tras la guerra, precipitó el oro del ácido y devolvió ambas medallas al Instituto Nobel.
5. Una súper droga
Los nazis desarrollaron un cóctel de fármacos que probaron antes –por supuesto– en presos. Mezclaron Pervitin (una especie de metanfetamina), cocaína y morfina para crear el D-IX, una súper droga que permitía al consumidor generar una gran energía y resistencia.
Iban a comenzar la producción en masa para administrarla a todos los soldados, pero el avance de los aliados no les dio tiempo.
6. El ocultismo nazi
Es bien conocido el interés que despertaba este tema en Hitler y sus allegados. Estos datos sobre los nazis son realmente curiosos si tomamos en cuenta lo “objetiva y científicamente” crueles que llegaron a ser sus acciones.
Pero llegaron a creer de tal manera en el poder de los ocultistas, que hasta contrataron a varios con fines militares. Tal fue el caso de los tres más conocidos, Wilhelm Wulff, Ludwig Straniiak y Wilhelm Gutberlet.
El primero era un astrólogo que logró ubicar el paradero de Benito Mussolini; el segundo, arquitecto de profesión, tenía habilidades de “radiestesia”, y fue empleado para determinar la ubicación precisa del acorazado alemán “Prince Eugen”, en misión secreta cerca de aguas noruegas; el tercero fue el más notable: Gutberlet, médico, afirmaba tener el poder de detectar la presencia de judíos, aunque estuvieran en una multitud. A éste Hitler lo convirtió en una especie de consultor.
7. Propaganda nazi
Conocemos los esfuerzos que Hitler adelantó en este sentido. Sin embargo, un ingeniero, Walter Bruch, propuso la creación de un cable desde Berlín a Nuremberg para formar una especie de circuito televisivo.
Habría pantallas de televisión instaladas en todo el país, en lugares públicos, donde se proyectarían programas pro-arios. Algunas de las ideas incluían un “reality show” (tal vez el germen de este género) que se llamaría Crónicas de la familia: una noche con Hans y Gelli, y mostraría el estilo de vida aria, pero también habría programas donde se expondrían las ejecuciones de los traidores.
La derrota alemana evitó que el plan fuese llevado a cabo.
8. Leyes para proteger a los animales
Aunque parezca absurdo, el partido nazi aprobó un conjunto de leyes para la protección animal. Hitler declaró que “en el nuevo Reich, no se permitiría más crueldad animal”…
9. ¿Curar la homosexualidad?
Otro de los datos sobre los nazis que tal vez no conozcas. Y es que pretendieron “curar” la homosexualidad obligando a los presos homosexuales a tener relaciones íntimas con mujeres, suerte de esclavas sexuales.
10. Un oficial nazi que salvó a polacos y judíos
Wilm Hosenfeld, un oficial nazi, escondió y rescató a polacos y judíos en la Polonia ocupada. El film El pianista, de Roman Polanski, cuenta la historia de una de esas personas, el pianista y compositor Wladyslaw Szpilman.
Hosenfeld fue prisionero y enviado a un campo de concentración ruso, donde murió 7 años después.
11. Quemar libros
Tal vez es uno de los episodios más conocidos, el de las hogueras que armaron los nazis con la quema de libros que ellos consideraban “malos”.
Lo curioso fue que uno de los libros destruidos fue una obra de teatro de Heinrich Heine de 1821, donde se encuentra la frase: “Allí donde se queman libros, se quemará también gente”.
12. ¿Más crueldad que la de los nazis?
La Ustacha fue una organización terrorista croata aliada del nazismo, que se caracterizó por la crueldad extrema para lograr la independencia de Croacia.
Este grupo fascista masacró a cientos de miles de serbios, croatas y judíos, haciendo gala de una ferocidad y un salvajismo sin parangón: empalaban a los niños, cortaban los pechos a las mujeres, cercernaban narices y orejas, y quemaban vivas a las personas…
Tan bestiales fueron sus métodos, que hasta los nazis quedaron horrorizados, que ya es bastante decir.
Estos 12 datos sobre los nazis son una rápida panorámica de lo que significó uno de los peores episodios de los últimos 100 años. Que no se nos olvide. Lee también la cautivadora espía que engañó al nazismo.