Hoy queremos presentarte a dos felinos americanos impresionantes: el lince canadiense y el gato tigre de Centroamérica. Sus características súper especiales los hacen merecedores de estar en nuestra página, como verás a continuación.
2 sorprendentes felinos americanos
Los felinos son los mamíferos cazadores más sigilosos; también les llaman félidos, y la mayoría consume solamente carne de presas vivas. Actualmente existen alrededor de 40 especies, aunque muchas de ellas están en peligro de extinción (por diferentes causas: los cazan por su piel o alguna otra parte de su cuerpo, o su hábitat está siendo destruido).
Esta familia surgida en Eurasia alcanzó África y, después, Norteamérica a través del estrecho de Bering, hace entre 5 y 8 millones de años. Así fue cómo los felinos americanos surgieron, ramas de parientes próximos provenientes de África y Eurasia, y ante las inclementes condiciones ambientales tuvieron que adaptarse. Sólo escogimos dos, pero hay muchas otras especies de felinos americanos cuyo desenvolvimiento en América los hace ser supercuriosos.
Lince canadiense
Es una de las dos especies de lince que existe en América del Norte; el canadiense habita entre Alaska y Canadá, aunque también lo puedes ver, raramente, en algunos estados de EEUU, como Montana, Idaho o Washington.
Posee una piel hermosísima y especialmente gruesa que persiguen los cazadores, y por eso ha mermado su población, pero por fortuna no se considera en peligro de extinción.
Esta espectacular criatura puede alcanzar unos 90 cm de altura, el doble de un gato doméstico. Para defenderse del frío extremo su pelaje es largo y grueso, mucho más que en los demás felinos americanos, y de color canela, plateado y negro, y no presenta muchas manchas, sólo en sus patas. Tiene también una curiosa barba, y sus orejas están coronadas por un corto mechón de pelos, semejante al caracal. Una de sus características más notables es la pérdida de la cola, una adaptación evolutiva debida al frío –pues se le congela–.
Suele andar solo y es muy territorial, y como buen felino, sus hábitos son más bien nocturnos. Es un excelente nadador, habilidad que desarrolló gracias a los fríos extremos de su hábitat.
Se alimenta sobre todo de liebres, pero cuando éstas escasean echan mano de aves y roedores, e incluso de restos de animales que otros depredadores no se comen. Cazan diariamente, emboscan a su presa y se abalanzan sobre ella y con sus afiladísimos dientes pueden destrozarla en minutos. Como no tienen una gran resistencia, deben ser capaces de cazarla y matarla rápidamente.
Y hablando de sus patas, éstas son muy grandes y peludas, y son especiales para caminar sobre nieve, pues distribuyen su peso uniformemente y no se hunde. Es como si tuviera un calzado de nieve, y cuando ésta se mete entre sus garras, sencillamente las sacude.
Después de una gestación de 9 a 10 semanas, la hembra da a luz a una camada de entre 1 y 5 gatitos, los cuales serán destetados cuando cumplan 5 meses y permanecen con sus madres hasta el período de apareamiento siguiente.
El gato tigre de Centroamérica
Éste es otra especie de felinos americanos, y su distribución natural va desde México hasta América del Sur, al este de los Andes, y llega hasta Argentina. Vive en las zonas de selvas tropicales, aunque ocasionalmente puedas verlo en sitios despejados.
Es un extraordinario trepador, lo cual es una adaptación evolutiva exitosísima: modificó sus patas para trepar fácilmente los árboles de las selvas, y se considera un animal arborícola. Es una de las dos especies que tiene la capacidad de rotar el tobillo, y así puede bajar de los árboles con la cabeza hacia abajo, como las ardillas (la otra especie es la pantera nebulosa).
Se alimenta de mamíferos pequeños y medianos, como monos y zarigüeyas, y de vez en cuando caza algunas aves. Mide apenas entre 40 y 60 cm y pesa más o menos 3,5 kilos. Tiene ojos grandes y una cola muy larga, que muchas veces mide más del 70% de la longitud de cabeza y cuerpo, y es otra adaptación para la vida en los árboles.
Su pelaje es amarillo, negro y blanco y los colores dibujan manchas similares a las de los tigres, de allí su nombre. Al contrario del lince canadiense, el gato tigre sí se encuentra amenazado; la gestación es de 80 días y suelen parir un solo cachorro, aunque a veces pueden ser dos. Se convierten en adultos entre los seis meses y el año, y pueden vivir una media de 20 años.
Otros nombres por los que se le conoce son margay, tigrillo, gato montés, gato pintado mayor y gato de Wied, y muchas veces lo confunden con el ocelote. ¡Qué hermosos son estos animales! Conozcámoslos mejor leyendo sobre el smilodon, el fantástico dientes de sable, o si acaso los jaguares se drogan con ayahuasca.