Desde el Jardín del Edén mítico a la sociedad moderna de la humanidad, no se puede negar el peso cultural de la desnudez humana. La forma natural del ser humano provoca todo, desde la admiración y pasión, a la repugnancia e indignación.
4 Datos sorprendentes sobre la DESNUDEZ
1. La cosificación de la figura femenina
La objetivación de la mujer es una realidad problemática. Sus cuerpos contienen mentes y esas mentes son tan capaces de todas las maravillas y horrores que cualquier mente masculina puede convocar. Sin embargo, con demasiada frecuencia los vemos no como individuos sino como un montón de partes del cuerpo.
Según un estudio de 2012 publicado en el European Journal of Social Psychology, los hombres y las mujeres ambos tienden a ver a las mujeres como un conjunto de piezas en lugar de un todo completo. Échale la culpa a la programación genética y a la cultura humana, pero es una realidad que vivimos.
2. La desnudez casera es muy buena
La desnudez del adulto es una cosa, pero ¿qué pasa con los niños? Antes de finales de los 80, la investigación sobre los efectos de la desnudez de los padres sobre los niños era escasa. Pero de acuerdo con el profesor de psicología de la UCLA Paul Abramson, quien fue co-autor de un estudio de 18 años sobre la desnudez de los padres, no hay evidencia de ningún daño derivado de la desnudez de los padres.
De hecho, los estudios han asociado generalmente la desnudez con resultados beneficiosos, con el aumento de la autoestima, el conocimiento sexual, y la mejora de las relaciones con los adultos fuera de la familia, así como una mayor comodidad con la intimidad física y emocional como adultos.
3. La desnudez nos crea vergüenza
Tal vez te estés preguntando por qué la desnudez está tan asociada a la vergüenza. La mayoría de los psicólogos te dirán que no nacemos avergonzados de nuestros cuerpos. Los niños pequeños son especialmente audaces en su desnudez, pero aprenden a ajustarse a las normas sociales cubriéndose y sintiéndose avergonzados de lo que son por debajo de sus prendas.
4. La desnudez es un «súperpoder»
La evolución humana nos negó la protección natural de conchas o un chapado blindado, pero nos concedió el uso de la herramienta y un cerebro masivo que pudiese concebir arsenales enteros de protector y chapado. Como tal, el concepto de combatir desnudos resultaba tan aterrador… como extrañamente liberador. Guerreros desnudos se rocían a lo largo de la historia, desde los cuentos romanas y los antiguos celtas a los cuentos modernos. Pero, ¿cómo podría la desnudez proporcionar un super poder como guerrero natural?
La desnudez nos devuelve a nuestros orígenes. Nos convierten, en cierto sentido, en la bestia primitiva que todos somos verdaderamente en el corazón. Usar ese traje con suficiente entusiasmo tal vez pueda marcar toda la diferencia.
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