El sexo es uno de los placeres más apreciados en la vida de hombres y mujeres. Se trata de un estado de conexión y de transmisión de energía muy poderoso, que puede llevarnos a experimentar el placer en sus más diversas facetas. Los datos del sexo son absolutamente interesantes y en Supercurioso hemos investigado sobre varios de ellos. Ya te contamos en una oportunidad sobre los datos sorprendentes sobre el pene e incluso te hemos dado motivos por los que tener relaciones íntimas diariamente. Pues en esta oportunidad queremos seguir navegando en las profundidades del erotismo humano, para contarte sobre las más interesantes curiosidades del sexo. ¡Acompáñanos!

Y es que los datos sobre el sexo son simplemente inagotables. Por ejemplo, ¿Sabías que el semen puede ayudar a combatir la depresión? ¿Qué el popular juguete sexual del vibrador fue creado para combatir la histeria femenina, en el siglo XIX? ¿Que existe algo llamado anorexia sexual, que tiene que ver con el poco interés en las relaciones sexuales? ¿O qué también existe la erotofobia, la auténtica fobia al sexo? Acompáñanos y conoce más sobre este fascinante universo.

10 alucinantes datos sobre el sexo

1. Pocas cosas dan asco si estás estimulado

datos sobre el sexo

Iniciamos este recorrido por las curiosidades del sexo con una que muy probablemente te sorprenda. Algo realmente curioso es que, según un estudio publicado por el periódico online «PLOS ONE», cuando estás excitado todos los malos olores, como el del sudor, resultan mucho menos desagradables de lo que nos parecerían en general. De ahí, seguramente, que no sea tan terrible el aliento mañanero al levantarnos por la mañana y encontrar nuestra pareja a nuestro lado y dispuesta a pasar un buen rato con nosotros. Curioso, ¿verdad?

2.  Las mujeres se «ponen a tono» con muchas más cosas de las que parece

Otro de los datos sobre el sexo tiene que ver con el funcionamiento de la sexualidad femenina, que parece ser un poco menos complejo de lo que creemos. Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Queens en Kensington (Ontario) ha revelado que, incluso aquellas mujeres que se declaraban heterosexuales, mostraban signos físicos de excitación (por ejemplo, un aumento del riego sanguíneo de la vagina) al ver: tanto imágenes de desnudos femeninos como masculinos, encuentros íntimos heterosexuales y homosexuales, e incluso entre animales.

Los hombres, no obstante, se limitaban mucho más a su inclinación sexual, resultando mucho más predecibles. Por lo que, como conclusión, obtuvieron que las mujeres se sienten estimuladas a través de muchas más fuentes que los hombres, por lo que son más receptivas. Algo que los investigadores consideraron una auténtica suerte.

3. Tener dos penes es posible

Y esta es de las curiosidades del sexo de las que todos preferirían mantenerse alejados. Como lo lees, tener dos penes es una condición posible. Esta condición se conoce como difalia y afecta a 1 hombre de cada 5 millones y medio. De esta minoría, aún es más extraño que ambos funcionen correctamente. ¿Por qué ocurre? Durante la formación de los genitales masculinos del feto, durante las primeras cuatro semanas de desarrollo, se produce una anomalía que provoca la aparición de estos dos falos.

Uno de los casos más conocidos de dos miembros viriles en pleno funcionamiento es el de un joven estadounidense, cuyo caso saltó a la red y se hizo muy famoso. Al parecer para este hombre, que se declara bisexual, no es fácil encontrar parejas, ya que al mostrar sus atributos son muchos los que se asustan, lo acusan de «fake» o se marchan. Es una de esas rarezas realmente poco atractivas.

4. ¿Dolor? Mucho menos si es durante el sexo

Cuando hablamos de estadísticas sobre el sexo, hay una que es muy interesante, y que se relaciona con la capacidad de experimentar dolor. De hecho, sumamos a las curiosidades del sexo un asunto curioso: los tirones de pelo, los golpes accidentales, las uñas clavadas… parece que mientras uno está teniendo relaciones, todo duele un poco menos y así es exactamente. Un estudio publicado en «Journal of Sex» ha descubierto que el umbral del dolor aumenta considerablemente mientras se mantienen relaciones íntimas. De hecho, se cree que es para hacer que todo el proceso «de entrada y salida» sea menos incómodo.

De todos modos, los investigadores que han realizado este estudio alertan de que se debe ir con cuidado, ya que podemos hacernos auténtico daño en plena «acción» y no darnos cuenta hasta terminar y sentir el dolor mucho más intensamente.

5. ¿Balbuceos incoherentes después del clímax? ¡No eres la única!

Curiosidades del Sexo. Supercurioso.

Una de las más interesantes curiosidades del sexo tiene que ver con el comportamiento de la mujer en el momento exacto y posterior al clímax. ¿Alguna vez has escuchado o emitido algunos balbuceos incoherentes después de ese momento mágico? Pues, no eres la única. Se trata de biología. Al parecer, la amíglada de la mujer, que se encarga de la ansiedad y el miedo, se apaga durante un orgasmo, lo que hace que la relajación sea absoluto e incluso el cuerpo haga algunos movimientos imposibles de controlar. No te preocupes, es normal.

6. Miembros viriles con espinas

Otro de los datos sobre el sexo estamos seguros de que te sorprenderá. Es algo que, por suerte, no ocurre en la modernidad. Sin embargo, era algo muy común tiempo antes de la aparición de los neandertales. Los miembros con espinas han sido objeto de discusión entre los científicos que están seguro de que una vez el hombre, el antecesor de éste en realidad, tuvo espinas, igual que los gatos. ¿Para qué? Al parecer sirven como «tapón copulatorio» y ayudan a la hora de competir con el esperma de otros machos que hayan podido aparearse con la hembra.

Estas púas, que suelen de keratina, las perdió el antecesor del ser humano hace 700.000 años y desaparecieron del código genético. La razón de su pérdida no está clara, pero los científicos se decantan por la monogamia. Las hembras no eran fecundadas por tantos machos, por lo tanto, no era tan necesaria esta herramienta de «competitividad» genital.

7. Después de… ¿un cigarro? No, la mayoría de la gente hace otra cosa

Hay una escena que el cine nos ha reproducido hasta el cansancio. Se trata de ese momento romántico en el que, después de compartir el lecho, la pareja o uno de sus miembros se levanta de la cama y busca la ventana más cercana para fumarse un cigarrillo. Pues la realidad es que ni los cigarros ni los abrazos son lo primero que se hace después del sexo. De hecho, lo primero que hacen las parejas actuales de menos de 35 años justo después de… es revisar su Instagram, su Facebook o demás redes sociales. ¡Ahora entendemos esa manía de colgar selfies «after-sex»!

8. Vejiga llena: no hay problema

Quizás te ha pasado aquello de estar en medio de una sesión íntima y sentir que tienes deseos de orinar. Pues uno de los datos del sexo que debes saber, es que esto no ocurrirá. De hecho, cuando una persona llega al clímax, a pesar de la pérdida de control, hay algo que nunca se te escapará: la orina. Mientras se tiene un orgasmo también se produce una hormona anti diurética. Esto no significa que tengas que aguantarte la orina hasta mucho después de un encuentro íntimo. Al contrario, lo más recomendable es ir al baño poco después, ya que de este modo evitarás infecciones urinarias.

9. Erupciones delatoras

¿Alguna vez has tenido una pareja que tenía o tu mismo tienes unas extrañas marcas rojas en el cuerpo (especialmente en la cara y el pecho) justo durante y después de mantener relaciones? Es algo muy común y se debe al aumento de la temperatura corporal y facial del cuerpo cuando se éste se encuentra muy excitado. Poco después de tal encuentro, las marcas se marchan tan rápido como habían aparecido.

10. 7 parejas sexuales nuevas cada día durante… ¡14 años!

Y cerramos este listado de los más curiosos datos del sexo, contándote acerca de una estadística fenomenal. Se conoce que entre 1770 y 1784 el rey Fatefehi de Tonga mantuvo relaciones con 7 mujeres distintas, vírgenes, cada día durante 14 años, lo que significa que mantuvo relaciones con prácticamente 36.000 mujeres. ¿Cuántos hijos debió tener?

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