Mucho de lo que sabemos sobre la evolución de la vida en la Tierra se lo debemos al registro fósil, la marca de distintas especies, en su mayoría extintas, que en su día tuvieron su lugar en la superficie del planeta y ahora reposan confundidas entre distintos estratos geológicos, convertidas en piedras.

La maravillosa información que nos proporcionan los fósiles tiene una limitación, y es que la mayor parte de lo que se petrificó fue de animales con huesos o conchas, y es por eso que tenemos tantos datos sobre dinosaurios y trilobites y nada o muy poco sobre sobre animales o restos corporales blandos, que usualmente se reincorporan a la naturaleza sin dejar rastros.

Sin embargo hay algunas excepciones, como muestran estos cinco extraños fósiles recientemente descubiertos, y que constituyen la excepción que confirma la regla.

1. Semen fósil

En la Antártida un equipo de paleontólogos descubrió un fósil algo extravagante: espermatozoides de gusanos anélidos (clase Clitellata, a la que pertenece la lombriz de tierra) con 50 millones de años de antigüedad. Los espermatozoides se conservaron gracias a que estaban contenidos en una bolsa seminal.

2. Un camaroncito galés con un pene enorme

Los ostrácodos son crustáceos microscópicos sumamente abundantes desde hace cientos de millones de años. Se estima que se han descrito unas 65.000 especies de ostrácodos fósiles, pero lo que hace diferente a este antiguo camarón, de hace 425 millones de años, encontrado en Gales, es que se encontraba conservado en tres dimensiones con todos sus tejidos blandos fosilizados, por lo que pudo determinarse que se trataba de un camarón macho, debido a su no tan diminuto miembro.

3. Excrementos de dinosaurios

No son raros, pero son extremadamente interesantes por la información que pueden aportar en torno a los hábitos y la dieta de estos grandes animales.

coprolito

Los coprolitos –excremento petrificado– de plesiosaurios hallados en Australia, por ejemplo, indican que éstos eran carroñeros; y en Argentina se descubrió hace pocos años un depósito de excrementos con 240 millones de años de antigüedad, con muestras reconocibles de un dinodontosaurus, un megaherbívoro.

4. Una araña al ataque

No es frecuente tener el fósil de una acción, que vendría a ser como una fotografía prehistórica, aunque contamos con una gracias a la acción del ámbar.

araña

Una araña quedó atrapada en su red en el momento en que atacaba a un insecto, apenas hace 100 millones de años.

5. El monstruo de Tully

Es un fósil de cuerpo blando localizado en Illinois (Estados Unidos) a mediados del siglo XIX. El Tullymonstrum gregarium debe su nombre a su descubridor, Francis Tully, y el calificativo de monstruo a su aspecto, no a su tamaño, pues apenas alcanzaba una longitud de 20 cm.

tullimonster

Este invertebrado depredó en mares tropicales hace unos 300 millones de años y los paleontólogos aún no han logrado determinar su filiación, lo que no ha impedido que sea el fósil oficial del estado de Illinois.

¡Estos fósiles son interesantísimos! Cada día el ser humano descubre más y más cosas del mundo que ayudan a explicar la historia del planeta.

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