La inseguridad hunde sus raíces en nuestras emociones y nos envuelve con una autoimagen vulnerable y una autoestima que a instantes, mantiene un óptimo nivel y al instante, decae en las profundidades de nuestros abismos personales.
La inseguridad no es un estado, es un rasgo que puede vencerse día a día, si así lo deseamos. Pero para ello, hemos de ser conscientes de que este tipo de personalidad no nos agrada y que, en consecuencia, debemos poner estrategias propias para encontrar el equilibrio y el bienestar.
La inseguridad tiene muchos grados y, a su vez, depende de muchas situaciones. Es muy posible que en tu entorno cotidiano te sientas bien, cómodo contigo mismo, pero en ciertas situaciones que escapan a tu control, tus emociones se desbordan y necesitas «protegerte» de los demás, de esos estímulos que te retan y no te hacen sentir bien.
Hay personas inseguras que llevan su vida con normalidad y que se limitan, simplemente, a evitar esos focos donde no se sienten cómodos. Otras personas, en cambio, dominadas por su inseguridad acaban sufriendo aislamiento social e incluso paranoia. De ahí la necesidad de saber gestionar esta dimensión psicológica en caso de caer en estados graves o limitantes.
Hoy en Supercurioso te invitamos a conocer los rasgos principales de la inseguridad.
Características de las personas INSEGURAS
La inseguridad no te deja ser tú mismo
Suele ocurrir. Acabamos de conocer a alguien y nuestra voz se traba, perdemos agilidad comunicativa, aparentamos cierta torpeza y retraimiento. Somos incapaces de demostrar a los demás nuestro auténtico carácter, ese que en la intimidad y en momento de seguridad, los demás y nosotros mismos disfrutamos.
Nos es muy complicado mostrar cercanía, hablar de nuestras pasiones, aficiones… De pronto nos decimos a nosotros mismos que no podemos ser más torpes, y ello, eleva aún más este sufrimiento personal. Hemos de tener mucho cuidado con estas actitudes limitantes y negativas.
Tememos mucho los juicios ajenos y las críticas
Salir a la calle, estar en un aula, en un entorno laboral o introducirnos en ciertos contextos, nos hace pensar que estamos siendo observados por todo el mundo, y que éstos, nos juzgan. Es imposible estar tranquilos, respirar y sobre todo, ser nosotros mismos.
De alguna manera, somos nosotros nuestros peores jueces, nuestros peores enemigos. Y el mundo, en especial durante nuestra infancia y adolescencia suele ser muy cruel con todas esas personas que demuestran cierta vulnerabilidad. Cambia tus pensamientos y cambiarás tu actitud.
No tenemos bastante confianza para iniciar cosas nuevas
El hecho de temer iniciar cosas nuevas implica desde ir a fiestas, conocer gente nueva, empezar en trabajos nuevos, o adentrarnos en situaciones donde no hemos estado antes. Es algo que ocasiona un gran sufrimiento, porque a pesar de todo «queremos hacerlo», queremos ir a ese concierto, a ese curso…
Sin embargo, nos decimos a nosotros mismos cosas como «vamos a hacer el ridículo» o «los demás lo hacen mejor».
Cuando la inseguridad saca su lado oscuro
¿Que la inseguridad tiene un lado oscuro? Así es, y para ello, te pondremos un ejemplo. Tienes un amigo que siempre ensalza lo bien que hace las cosas, que siempre busca nuestro reconocimiento, nuestra atención y que en general, muestra un comportamiento muy arrogante.
¿A qué se debe?
- Hay personas que padecen una autoestima muy baja, son inseguras, pero desarrollan mecanismos de defensa con los que compensar esa personalidad. Es así como se obsesionan siempre en «obtener reconocimiento» para compensar sus vacíos, para aumentar su autoestima con las alabanzas de los demás.
- Son personalidades muy inmaduras que buscan siempre de la ayuda de los demás para «sentirse bien». Pueden llegar a ser muy tóxicos.
Las relaciones afectivas son muy complejas
Ser una persona insegura o tener una pareja insegura suele ocasionar muchos problemas. Las causas serían las siguientes:
- La inseguridad se relaciona con una baja autoestima, y por tanto, dudamos siempre que la otra persona nos quiera de verdad, necesitamos muestras de afecto continuas.
- La necesidad de reconocimiento, de apoyo, hace que fijemos en la otra persona como a nuestro salvavidas, como el ser que debe ofrecernos felicidad en cada momento. Ello, ocasiona una gran presión.
- Lo más importante es disponer de una buena autoestima para poder llevar una relación en confianza y sin presiones. La otra persona no tiene la obligación de «cubrir nuestros vacíos» ni de «hacernos felices a cada instante». La felicidad se construye entre dos.
Tienes la sensación de que estás perdiéndote lo mejor de la vida
Es la principal sensación que podemos llegar a tener en caso de sufrir ese tipo de timidez limitante que deriva en aislamiento social: la idea de que la vida ruge, se desliza y ríe a nuestro alrededor mientras nosotros estamos en nuestra propia esfera, aislados, protegidos pero perdiéndonos cosas, personas situaciones…
Queda claro que cada persona tendrá un nivel mayor o menor de timidez, y si lo deseas, en próximos artículos te explicaremos como ir afrontándola día a día. Mientras, y si te ha interesado conocer estas características de las personas inseguras, te dejamos con nuestro trabajo sobre las características de las personas introvertidas.