¿Estás enterado sobre cómo era la medicina en siglos pasados? Probablemente sí, y seguro concordaremos en que algunas prácticas no eran aptas para cualquier humano. Pues hay que tener más que valor para soportar amputaciones sin anestesia, por ejemplo.
Bien es cierto que los avances en el área de la salud permitieron que numerosas operaciones de épocas atrás ya no sean aplicables en el presente, pero ¿qué hay de las que sí?. Te contamos sobre seis intervenciones médicas brutales que todavía siguen vigentes. ¿Seguirán siendo tan extremas como antes? ¡Averigualo!
6 intervenciones médicas brutales que podrían practicarte hoy
1. Perforaciones craneales
Desde tiempos de Hipócrates a.C. hasta hoy, se han agujereado cráneos humanos. Basta decir que es uno de los procedimientos médicos más antiguos que hay.
La imagen que nos proporciona las perforaciones craneales no es en lo absoluto agradable. Tomando en cuenta que centenares de años atrás no existían sustancias que ayudaran a soportar el dolor descomunal que causaba al cien por ciento. ¡Eran 10 a 15 largos minutos de tortura intensa!
Los fines de esta intervención fueron distintos en aquellos tiempos. Antes se creía que la migraña se originaba por tener grandes cantidades de agua en la cabeza, así que de alguna manera tenían que drenarla. También se practicaba en personas epilépticas, con desórdenes mentales y bajo otros motivos más excéntricos como: liberar demonios del encéfalo haciendo un orificio en la cavidad craneal.
Para fortuna nuestra, esta práctica médica conocida como trepanación, hoy se ejecuta bajo anestesia… la suficiente como para no sentir nada cuando los atemorizantes instrumentos médicos penetran la capa sólida que recubre al cerebro.
Es aplicada en pacientes que, por traumas severos o accidentes, acumulan una cantidad considerable de sangre la cual ejerce presión en el órgano vital.
2. Quemar la piel
Es preferible llamarle cauterización a una de las invenciones médicas brutales, todavía en práctica. ¿Por qué? Pues, cauterizar es básicamente quemar la carne o vasos sanguíneos con un aparato que expulsa pequeñas corrientes eléctricas, a fin de destruir capas de proteínas y sellar procesos. De esta manera evitan que el paciente pierda demasiada sangre.
Lo anterior no suena tan grave ya que, por supuesto, la ciencia avanzó y es, por mucho, más amable con nuestros cuerpos. Pero en tiempos primitivos esta cirugía era más como una barbacoa con carne humana.
3. Introducir un tubo en la tráquea
Muchas prácticas médicas son impresionantes. Hay sangre involucrada, huesos, vísceras, herramientas filosas y tantos otros elementos que inducen un poco de miedo. Sin embargo, gracias a ellas se han preservado millones de vidas.
Evidentemente, si no podemos respirar por cuenta propia, morimos. Es entonces cuando los médicos rápidamente introducen un enorme tubo endotraqueal para llenar de aire de forma artificial a los pulmones.
El procedimiento es un tanto crudo si pudiéramos observarlo en quirófano, pero todos estamos dispuestos a someternos a él si fuera necesario, ¿o no?
4. Atravesar la rodilla con una enorme aguja
Esta intervención traumatológica es un shock visual. A simple vista se aprecia claramente cómo una aguja de gran dimensión atraviesa la rodilla. Se le llama infusión intraósea y, como su nombre sugiere, se introduce dentro de la masa ósea.
Con ella suministran medicamentos en casos drásticos donde los médicos no pueden acceder al sistema circulatorio del paciente, los cuales son especialmente niños.
5. Colocar los huesos en su lugar
Cualquiera puede practicarlo sin ser médico, pero solo si estamos totalmente seguros de que no se trata de una fractura. En realidad, se necesita algo de conocimiento -también de valor- para colocar las articulaciones en su lugar cuando se dislocan por caídas o accidentes.
Con un par de movimientos que duelen… realmente duelen, las extremidades vuelven a su forma natural. ¿Te atreverías a hacerlo? Quizá ya lo hayas puesto práctica.
6. Amputaciones
Las amputaciones no podían faltar en nuestra lista de intervenciones médicas brutales. Son traumáticas y complejas para quienes las reciben. Y a pesar de los enormes avances que ha tenido la ciencia, las cirugías de este tipo continúan aplicándose una vez que se agotan los recursos para conservar las extremidades.
Por operaciones como estas, agradecemos fuertemente que contemos con la anestesia. Anteriormente, los pacientes eran despojados de brazos, piernas y dedos sin analgésicos con los que soportar el trance. Tal como en los otros procedimientos que hemos descrito en este artículo.
No solo experimentaban la conmoción de despedirse de una parte del cuerpo, sino que además se encontraban despiertos, viendo y sintiendo cómo una sierra se las iba arrancado violentamente.
¿Qué te han parecido estas intervenciones médicas brutales? Claro que muchas de ellas pueden resultar impactantes, incluso en estos días, pero gracias a estos procedimientos es posible que gocemos de una vida un poco más duradera.
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