La cordura es un hilo delgado sobre el que hacemos equilibrio cotidianamente, mientras recibimos empujones y golpes desde variados ámbitos que fácilmente pueden llevarnos a distintos grados de locura, más allá de la socialmente aceptada, como son nuestras neurosis y manías de cada día.
En Supercurioso hemos querido darte 7 situaciones y hasta lugares inimaginables que pueden conducirte a estados de locura cuando menos lo esperes.
7 cosas que NO PENSABAS que pueden volverte loco
1. Tener un hijo
Dar a luz puede convertirse en un viaje directo a la oscuridad. Entre una o dos de cada 1.000 parturientas primerizas puede presentarse una psicosis postparto (que no debe confundirse con la depresión postparto, mucho más común), enfermedad que se caracteriza por la presencia de delirios, alucinaciones, hiperactividad y dificultades para comunicarse.
Esta psicosis puede presentarse debido a factores genéticos y ser detonada por cosas como el sueño interrumpido debido al cuidado del bebé.
2. Experimentar un trauma
Casi nunca se sale indemne de un accidente de tránsito o de aviación, o de una situación de guerra o catástrofe, aunque no se haya sufrido un solo rasguño o no hayas perdido alguna persona querida. El trauma causado por alguno de los eventos antes mencionados puede derivar hacia la depresión, sentimiento de pérdida de la realidad, incomunicación y, eventualmente, pensamientos suicidas. Por eso la atención sicológica es fundamental después de un trauma grave.
3. Enamorarse
Todos hemos escuchado hablar de la locura del amor, pero esta frase puede adquirir un sentido clínico inesperado. La antropóloga y bióloga Helen Fisher (Universidad de Rutgers, Estados Unidos), considerada como una de las mayores investigadoras sobre los aspectos físicos y químicos del amor romántico, ha mostrado –usando incluso resonancias magnéticas– cómo este poderoso sentimiento afecta zonas de nuestro cerebro que usualmente son activadas por la fiebre o la cocaína y altera profundamente nuestra conducta.
Vendría a ser una locura biológicamente justificada y, para bien o para mal, temporal.
4. Visitar París
¿Eres japonés, fanático de la cultura francesa y estás a punto de visitar París por primera vez? Entonces tal vez estés al borde de un ataque de locura. El síndrome de París es un trastorno “turístico” que ha sido bien documentado y que afecta principalmente a turistas japoneses, y es producto del choque de la fantasía que se han hecho los visitantes sobre la Ciudad Luz, con la realidad del comportamiento a menudo grosero de taxistas, empleados de hotel y restaurantes y de muchos parisinos en general.
El choque genera en los japoneses afectados delirios, alucinaciones, sentimientos de persecución y mareos. El síndrome afecta de distintas formas a cada turista, en proporción a su sensibilidad y expectativas.
5. Visitar Jerusalén
¿Eres cristiano, musulmán o judío? Entonces es probable que te vuelvas loco como un japonés cuando visites la ciudad sagrada de Jerusalén. En este caso el trastorno es causado por el profundo sentimiento religioso del afectado y la sensación de avasallamiento al encontrarse en el corazón geográfico de su fe (o en uno de ellos, como en el caso del islam).
Alrededor de 100 visitantes al año se ven afectados por delirios religiosos y alucinaciones que pueden derivar en comportamiento violento hacia los miembros de una fe diferente. Es similar al síndrome de Stendhal, en donde sientes el arte al extremo.
6. Hablar con una mujer atractiva
Un estudio publicado por la revista Journal of Experimental Social Psichology reveló que los hombres heterosexuales jóvenes tienden a perder la cabeza, o al menos parte del autocontrol cuando conversan con una mujer atractiva (y es increíble que hayan necesitado hacer un estudio para saber esto).
El experimento realizado con 40 hombres sometidos a test y pruebas antes y después de los encuentros, mostró que éstos sufrían pérdidas cognitivas y de memoria después de hablar con las bellas damas. Se hizo una prueba similar con mujeres sin que éstas manifestaran ningún cambio o perturbación.
- La menopausia
Este proceso que afecta a las mujeres en lo físico y emocional generalmente a partir de la cuarta década de vida puede generar conductas cercanas a la pérdida del autocontrol, como son irritabilidad, depresión, pérdida de la memoria, tristeza y manifestaciones de agresividad.
Pero no todas las mujeres son afectadas de la misma manera y con la misma intensidad, y muy raras veces requieren atención sicológica.
¿Conoces otras situaciones cotidianas que puedan derivar en locura? Recuerda que puedes compartirlas con nosotros en Supercurioso.