En otros artículos de Supercurioso te hemos hablado de por qué, a pesar de la creciente filmografía y de la popularidad de los zombis y de sus guerras y apocalipsis, estos serían naturalmente imposible. Sin embargo, la posibilidad de que un organismo se apodere de otro y lo manipule para su provecho no es una estrategia de supervivencia extraña en la naturaleza, como lo demuestran los siete escalofriantes parásitos de lo que te hablaremos a continuación.
7 ESCALOFRIANTES parásitos que CONTROLAN a su huésped
1. Hymenoepimecis argyraphaga
Es una avispa que se encuentra en Costa Rica y que para reproducirse utiliza el vientre de una araña viva, en el que coloca sus huevos.
Para hacer esto la avispa le inocula un veneno a la araña que la paraliza momentáneamente y, además, afecta su actividad neurológica, al hacer que modifique el diseño de la telaraña para albergar las futuras larvas, que crecerán alimentándose de la araña hasta matarla.
2. El iridovirus IIV-6/crIV
Este virus de trasmisión sexual ataca a algunas especies de grillos; al tiempo que los esteriliza estimula el deseo de reproducirse, para así pasar a otros grillos.
Usualmente, cuando el grillo está enfermo evita reproducirse, lo que viene siendo un mecanismo de defensa de la especie que es desactivado por el iridovirus para garantizar su reproducción. Macabro.
3. Spinochordodes tellinii
Es un nematodo que también tiene como víctima favorita a los grillos; sus larvas se desarrollan en el cuerpo del anfitrión, controlan su sistema nervioso y lo obligan a “suicidarse” lanzándose al agua, pues el nematodo necesita un medio acuático para reproducirse.
El término usado por los investigadores de este fenómeno biológico para referirse a este proceso de manipulación de una especie por otra fue “neuromodulación”.
4. Sacculina
Es un diminuto crustáceo perteneciente al orden de los cirrípedos (pariente de los percebes), que busca como alojamiento vivo e involuntario a los cangrejos, en los que inicialmente se fija como si fueran una roca en la costa, para luego penetrar la coraza e invadir el cuerpo y avanzar hasta controlar al anfitrión.
La sacculina ocupa el cuerpo del cangrejo, se alimenta de él, lo utiliza para reproducirse y luego hace “creer” a su víctima que los hijos del parásito son suyos, y por lo tanto los protege hasta su muerte.
5. Euhaplorchis californiensis
Es un parásito que habita en las salinas del sur de California y aunque sus principales anfitrionas son las aves costeras, para llegar a ellas adopta una curiosa práctica.
El parásito se aloja en las branquias de peces ciprinodontidae, avanza hasta su cerebro y lo perturba, provocando movimientos convulsivos que hacen que las aves los detecten con mayor facilidad, convirtiéndolos en presa fácil de las mismas. Así, el parásito pasa de las salinas a los pájaros.
6. Paradoxum leucochloridium
Es un gusano plano que adopta una estrategia similar a la del euhaplorchis; las larvas, presentes en excrementos de aves, se introducen en un caracol de tierra cuando éste se alimenta con las heces; éste usualmente vive en lugares oscuros y protegidos en los bosques, pero el parásito hace que suba por los troncos y se coloque en lugares claros y expuestos.
Para rematar, el gusano se apodera de uno de los ojos del caracol, que adquiere los colores vistosos del parásito y lo hace moverse de manera que los pájaros lo confundan con un sabroso gusano. Así vuelve a las aves y a recomenzar el ciclo.
7. Toxoplasma gondii
Es el responsable de la toxoplasmosis, una enfermedad que ha tocado al menos a un tercio de la humanidad. Existen pruebas experimentales de que puede afectar el comportamiento de mamíferos pequeños como las ratas y ratones, haciendo que se sientan atraídos por el olor de los gatos y por lo tanto sean presas fáciles del verdadero portador de este parásito.
Investigaciones recientes apuntan a que también podría afectar el comportamiento de los humanos, estimulando el deseo sexual, pero también conductas neuróticas y hasta suicidas.
La historia del huésped que modifica la conducta del anfitrión para su propio provecho y que eventualmente lo destruye no nos es totalmente desconocida, ¿no te parece? La diferencia es que los animales con comportamiento parasitario pueden pasar a nuevos cuerpos, mientras nosotros sólo tenemos un solo anfitrión, al menos por ahora: la Tierra.
Prueba a leer los 5 parásitos más desagradables de la naturaleza, o la ameba que «devora» el cerebro humano.