¿Quién no ha jugado una partida de bolos en cualquiera de sus diversas modalidades? No hace falta ir a la bolera, con unos bolos y un boliche hay suficiente. Es divertido, puede participar toda la familia y no exige un gran gasto si no quieres. Pero, ¿cuándo surgió el juego? ¿Tenía algún sentido más allá del lúdico? Acompáñanos a conocer el origen egipcio y religioso del juego de los bolos, ¿lo sabías?
El origen egipcio y religioso del juego de los bolos
«Los bolos» es un juego que consiste en que cada jugador debe derribar el mayor número de bolos tirando contra ellos una bola que usualmente es de madera. El primer indicio del juego de los bolos fue encontrado en la tumba de un niño egipcio que murió 3200 años a.C. En la última morada de este infante se encontró un conjunto de nueve piedras alargada y una redonda. Por lo que saben los arqueólogos, el juego era prácticamente igual al que practicamos hoy en día. La única diferencia es que, al parecer, había una dificultad añadida ya que la bola tenía que pasar primero por una especie de arco formado por tres piezas de mármol. Otros vestigios del juego en tumbas egipcias indican que también se utilizaron como bolas unas bolsas de cuero rellenas de semillas o cáscaras de grano y atadas con cuerdas. Este tipo de bolas serían únicamente arrojadizas, pero también se han hallado bolas de porcelana, que por su peso y tamaño se cree que estaban hechas para rodar por el suelo. Se fabricaban con cáscaras de granos, cubiertas de material como el cuero y atadas con cuerdas.
Unos 2000 años después una competición similar estuvo de moda entre los legionarios romanos, según denotan algunos hallazgos arqueológicos. Posiblemente el juego se perdió en el tiempo, para volver a aparecer en el siglo IV d.C., en Alemania. El juego era prácticamente igual al egipcio y la mayor diferencia consistía en la finalidad y el lugar donde se practicaba. El juego se realizaba en los claustros de las iglesias y formaba parte de un ritual. Los bolos, de presencia alargada, representaban a los paganos y los cristianos los colocaban en pie para lanzarles piedras redondas y «simuladamente» acabar con ellos. Cuando los tumbaban todos conseguían que sus pecados quedasen perdonados. Más adelante el ritual fue olvidado y simplemente quedó el juego.
A partir del siglo XIII se extendió por toda Europa, siendo especialmente popular en Alemania e Inglaterra, donde incluso se dictaron leyes para controlar las apuestas. El rey Enrique VIII lo prohibió a las clases bajas y lo limitó a los ricos previo pago de un impuesto. Como curiosidad añadiremos que en 1520, el fundador de la Reforma Protestante, Martin Lutero, construyó una pista de bolos al lado de su casa en la que jugaba con sus hijos.
Actualmente es una actividad deportiva que se practica en todo el mundo con gran éxito. ¿Qué te ha parecido el origen egipcio del juego de los bolos? ¿Imaginabas que era tan antiguo? ¿Sabías que había sido un ritual religioso?
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