Ensañarse con el escrito de una hoja de papel, reduciéndolo a pedazos, es lo que haríamos en momentos de abatimiento, llevados por las más intensas emociones. Cuántas cartas de viejos amores, de contenido dulce pero que recuerdan lo amargo del adiós o del olvido, habrán terminado en el bote de basura… hechas trizas. Dejando de lado el romanticismo, David Bowie y otros artistas aplicaban una técnica de escritura muy parecida a esta práctica, que en cuanto a propósitos nada tiene que ver con ello. El arte adopta muchas formas, y tal vez esta te parezca extraña, sin embargo creemos que te verás tentado a imitarla.
La curiosa técnica de escritura que usaba David Bowie
En la década de los setentas, David Bowie adoptó una técnica de escritura que le parecía genial e inspiradora a la hora de componer sus canciones. Más que una técnica de escritura, se convirtió en un ritual para él. Cada vez que culminaba una letra, abría el cajón, tomaba una tijera y cortaba el papel en varios trozos rectangulares.
Que no nos confunda, nada de esto era motivado por un arranque de locura ni de ira, pues su trabajo no se destruía por completo, sino que lo fragmentaba para expandir sus interpretaciones. Cada rectángulo contenía una letra o una oración, lo que hacía posteriormente con estas piezas era juntarlas para reconstruir el párrafo original como si se tratase de un rompecabezas, o formar uno completamente nuevo.
Esta técnica de escritura que lleva el nombre de Cut Up fue puesta en práctica por tantos otros famosos como Kurt Cobain, Thom Yorke, Iggy Pop y Bob Dylan. Como dato curioso, si has escuchado “Kid A” de Radiohead, Thom Yorke cortó las letras de este álbum, tal como lo hacía Bowie.
Hablamos de Bowie principalmente por tratarse de uno de los más famosos en abrazar el Cut Up como técnica de escritura creativa, sin embargo el método surrealista se remonta en el siglo XX. Fue creado por el poeta Tristan Tzara, quien tomaba un texto primario, le realizaba varios recortes, y a partir de ellos escogía palabras al azar para formar nuevas oraciones que terminaban pegadas a una hoja de papel.
Lo interesante del Cut Up o poema dadaísta propuesto por Tristan Tzara, rescatado y popularizado entre los grupos de artistas a partir de la influencia del novelista estadounidense William Seward Burroughs, es el sentido filosófico que esconde. La desconstrucción semántica, el desorden en las palabras con la ayuda de recortes, invita a reimaginar la realidad. Es una manera de deformar lo que ya ha sido construido, en aras de buscarle un nuevo sentido, de la misma forma con la que reflexionamos sobre la vida, a veces tan desordenada.
A Bowie y otras personalidades famosas el Cut Up les sirvió de estimulante para hurgar en la sopa de palabras que ellos mismos habían elegido, y configurar todas esas historias que permanecen grabadas en nuestras mentes y listas de reproducciones. Todo esto suena interesante, ¿lo intentarías?
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Imágenes: zinzin, bbc.