Si se habla de ilustres literatos es imposible no nombrar las excentricidades que normalmente vienen –casi automáticamente- con su grandeza. Una de ellas tiene que ver con el célebre Voltaire. ¿Sabías que su corazón descansa literamente “en arte”? ¡Descubre a qué nos referimos! ¡Te asombrará!
El corazón en la estatua de Voltaire
En la historia de Europa hay una increíble cantidad de polímatas que realmente cambiaron la historia del mundo: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel e Isaac Newton, por nombrar algunos. Pero, cuando hablamos específicamente de los franceses, es increíble como rápidamente ‘Voltaire’ llega a nuestras mentes.
Y es que en sus 83 años de vida logro el estatus de celebridad entre la nobleza y entre intelectuales renacentistas, por sus ilustres escritos filosóficos y literarios. Es recordado especialmente por introducir el concepto de tolerancia religiosa y por su cortante y valiente pluma, la cual usaba a diestra y siniestra, poniendo siempre la moralidad por encima de su bienestar.
Voltaire a lo largo de su vida se ganó una increíble cantidad de enemigos, incluidos uno muy poderoso: la corona francesa. La cual lo despreciaba por sus ideas progresistas que normalmente iban en contra de la iglesia católica, pues Voltaire se jactaba de aborrecer todo lo hipócrita y supersticioso. Era odiado por los poderosos y venerado por los pobres.
Sin embargo, un evento bastante irónico marcó su trayectoria. Y es que después de 50 años de ser exiliado de Francia, hubo un cambio de ideas políticas en la corona y decidieron aceptarlo de vuelta y hasta ¡darle los honores que tanto merecía!, pero justo el día después de llegar, murió.
Ya que este había obtenido la aceptación de la realeza antes de morir, se le otorgó un excéntrico honor: la oportunidad de embalsamar su corazón y su cerebro. Esto era una práctica utilizada para facilitar la entrega de los cuerpos a los familiares, sin embargo el que terminó quedándose con el corazón fue el Marqués de Villete, uno de los protegidos (y presunto hijo no reconocido) de Voltaire.
El Marqués de Villete, también conocido como Charles de Villete, decidió colocar el corazón embalsamado en una caja de metal con la inscripción: “Su espíritu está en todos lados, su corazón está aquí». Un final bastante agradable, considerando que su pupilo realmente lo admiraba. Pero este no es el final, en el auge de la revolución, el Marqués de Villete perdió sus pertenencias personales, entre ellas el corazón que pasó a ser propiedad del gobierno nacional.
Por lo anterior, Napoleón III hizo que se construyera una recámara en honor a Voltaire, donde erigió su estatua en el Panteón de París, y en la base de esta colocó el corazón embalsamado, el que hasta la fecha todavía puede ser visitado. ¿Te gustaría acudir al lugar donde se halla la estatua de Voltaire, que cobija su corazón?
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