La mitología griega trata en muchas ocasiones de explicar hechos y fenómenos que para los antiguos griegos eran inexplicables. El mito de Perséfone fue creado para explicar la existencia del invierno, el mito de la ninfa Eco para el eco y para el hermafroditismo los griegos tejieron el bello mito de Hermafrodito. ¡Acompáñanos a conocerlo!
Hermafroditismo: el mito de Hermafrodito
El hermafroditismo designa a los «organismos que tienen órganos reproductivos usualmente asociados a los dos sexos: macho y hembra». El término hermafrodita se aplica tanto a las personas hermafroditas como a los animales hermafroditas e incluso en el mundo vegetal existen variedades que tienen esa cualidad. El origen de la palabra hermafrodita enlaza directamente con el mito griego y con él los antiguos helenos explicaron el hermafroditismo humano.
Los dioses Hermes y Afrodita fueron padres de un bello niño al que pusieron por nombre la unión de los suyos propios. Así su retoño se llamó «Hermafrodito». El niño era famoso por su gran belleza y según relata Ovidio fue criado y educado en las cuevas del Monte Ida (actualmente en Turquía) por las náyades. Aburrido del ambiente bucólico en el que vivía, cuando contaba 15 años, el joven viajó a varias ciudades y cuando se encontraba cerca de Halicarnaso, en los bosques de la ciudad de Caria, topó con una ninfa llamada Salmacis que estaba retozando en su fuente. Salmacis quedó prendada de tal manera de Hermafrodito que trató de seducirlo, siendo rechazada por el joven. Cuando le pareció que la ninfa ya se había ido, Hermafrodito decidió darse un baño para refrescarse. Se desnudó y entró en el hontanar.
Estando sumergido en el agua, la ninfa que estaba observándolo desde detrás de un árbol, se lanzó al manantial y empezó a abrazarlo, tocarlo y besarlo por la fuerza. El chico se resistía y mientras luchaban, Salmacis rogó a los dioses que sus cuerpos nunca se separaran. Su deseo fue escuchado y los dioses fundieron a Hermafrodito y Salmacis en un solo ser de ambos sexos. Hermafrodito pidió a sus padres, Hermes y Afrodita, que cualquiera que se bañara en ese manantial sufriera una transformación similar, cosa que ambos dioses le concedieron.
Con este mito explicaron los antiguos griegos la existencia del hermafroditismo. Los historiadores consideran que el culto y deificación del hermafroditismo llegó a Grecia desde las religiones orientales en las que la existencia de un ser que fuera a la vez hombre y mujer los remitía a un ser primitivo que contenía ambos géneros. La existencia de una divinidad hermafrodita no significaba que el hermafroditismo fuera aceptado por toda la sociedad, los escritos que han llegado hasta nuestros días reflejan que ciertos sectores lo consideraban una abominación, mientras que mayoritariamente se creía que los hermafroditas nacían con la habilidad de «presagiar el futuro».
Las imágenes de las esculturas del Louvre y de la Galería Borghese dan idea de lo que en la antigüedad se pensaba sobre el hermafrodita y los genitales. Por un lado vemos el cuerpo de una mujer y por el otro el de un joven varón. En la actualidad se considera más correcto «desde la perspectiva de género» la utilización del término «intersexualidad» y ha caído en desuso el vocablo hermafroditismo.
El hermafroditismo humano se ha confundido en muchas ocasiones con el síndrome de Klinefelter o con el seudohermafroditismo, para no caer en este tipo de confusión, en medicina existe un término para designar la condición intersexual de las personas hermafroditas: hermafroditismo verdadero. Se refiere a los seres individuos que nacen tanto con tejido ovárico como testicular. Los genitales externos del hermafrodita suelen ser ambiguos y el grado de ellos quedará definido por la testosterona que el tejido testicular haya producido cuando el feto tenía entre 8 y 16 semanas.
Teóricamente los verdaderos hermafroditas podrían ser fértiles con ambos tipos de tejido gonadal, pero no hay casos documentados que certifiquen que podría ser así. Incluso existe la teoría de que podrían autofecundarse, cosa que jamás ha ocurrido. Existen 11 casos documentados desde 2010 de hermafroditas fértiles.
Si tenéis ocasión os recomendamos visionar el decimotercer capítulo de la segunda temporada de la serie «Dr. House» que trata un caso relacionado con una joven modelo que lleva a constatar la existencia de mujeres hermafroditas o, como resuelve finalmente el Dr. House, personas intersexuales.
Como curiosidad añadida al mito de hermafrodito, apuntaremos que en algunos lugares de Grecia, Hermafrodito fue considerado el protector de los matrimonios y de las personas casadas ya que este dios que era a la vez hombre y mujer representaba la unión inseparable entre los miembros de la pareja.
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