Lo hemos visto en muchas películas. Para los guionistas de Hollywood los faraones egipcios no podían viajar a la otra vida sin sus esposas favoritas y una legión de sirvientes que atendieran sus necesidades en el más allá. Si a esto le sumamos los arquitectos que morían para que no pudieran revelar dónde se hallaba la cámara mortuoria y los sacerdotes que acompañaban al monarca a su destino final, el número de personas a las que se quitaba la vida cuando fallecía un faraón era enorme. Pero, ¿es eso cierto o se trata de una licencia histórica de la industria cinematográfica? ¿Se asesinaba a los sirvientes de los faraones para enterrarlos con él? ¿Qué han descubierto los arqueólogos?
Los sirvientes de los faraones y la muerte del monarca
Los descubrimientos arqueológicos apuntan a que la premisa con la que trabajaron los guionistas de las películas sobre Egipto era cierta si nos referimos a la primera dinastía. Sin embargo, a partir de la segunda dinastía dejaron de enterrarse a los faraones con su corte.
La principal prueba de este hecho es la tumba del faraón Aha encontrada en Abidos. Aha murió a los 62 años en un accidente de caza en el que fue pisoteado por un hipopótamo. Fue enterrado en Abidos y a su alrededor se dispusieron 6 tumbas en perfecto orden. En tres de ellas reposaban los cadáveres de 3 mujeres adultas, otra contenía los restos de un varón adulto y en la última ocupada, ya que la sexta estaba incompleta, reposaba lo que quedaba de un niño de corta edad. Junto a él los arqueólogos encontraron 25 brazaletes de marfil y lapislázuli, lo que les hizo suponer que era un hijo muy querido del faraón.
La disposición de los cadáveres y las tumbas es lo que lleva a afirmar que fueron sacrificados a la muerte del faraón. Todos fueron enterrados a la vez, ya que el techo fue colocado en una sola acción y además es poco probable que estas seis personas, más las 35, que posiblemente eran sirvientes del faraón, que están colocadas en otras tumbas del recinto, murieran a la vez. Los arqueólogos dicen que posiblemente su muerte fue debida a las drogas, pues se han encontrado señales de movimientos posteriores al enterramiento lo que indica que fueron enterrados semi-inconscientes, o a la asfixia, ya que en algunos restos hay manchas en los dientes compatibles con el estrangulamiento. Además habían huesos de diversos animales como leones o perros.
Esta práctica aumentó con el sucesor de Aha, Djer, ya que su tumba estuvo al parecer rodeada de más de 300 enterramientos y en el recinto exterior otras 269 tumbas lo flanqueaban. Sin embargo, el sombrío ritual disminuyó rápidamente y el último gobernante de la primera dinastía llamado Qaa, estaba rodeado únicamente por 30 tumbas según los datos que se tienen, ya que su tumba se ha perdido.
En la segunda dinastía se dio por terminada esta práctica, ya fuera por razones políticas o sociales, o quizá porque los faraones no encontraban gente que quisiera servirlo con la perspectiva de acabar enterrado vivo cuando el monarca falleciera.
¿Qué te ha parecido esta costumbre egipcia de enterrar a los sirvientes de los faraones con él? ¿Sabías que esta práctica también se realizó en otras culturas como la mesopotámica o la nubia?
Imagen: Einsamer Schütze