Te vamos a poner en situación. Estás de vacaciones en cualquier país exótico, con un desierto de por medio, decidís todos hacer una excursión para contemplar las grandes dunas de arenas. Pasáis el día arriba y abajo contemplando el maravilloso paisaje cuando, de repente, te das cuenta de que está solo, te has despistado y te has alejado del grupo. Lo normal seria que estuvieras en el más absoluto de los silencios, ¿verdad? Pero, de repente, te sorprende escuchar una especie de gemido gutural que te da la sensación de que llega de todas partes a la vez. No te preocupes, no te estás volviendo loco. Lo que escuchas son voces del desierto, te está cantando la propia arena.
Las dunas son las voces del desierto
Ese sonido monótono, muy parecido a un zumbido es posible escucharlo a 15 kilómetros de distancia y la verdad es que la sensación que da es más bien inquietante. No en vano, el mismísimo Marco Polo pensó que eran espíritus malignos que lo amenazaban.
Existen muchos lugares donde puedes dar fe de este extraño acontecimiento a los que los científicos han tardado en dar respuesta. Son lugares como Marruecos, Gales, Valle de la Muerte y Capiapó, Chile…
Como te decíamos, los científicos, hasta hace relativamente poco, no eran capaces de explicar el porqué sucedía esto pero si sabían explicar que condiciones exactas debían cumplirse para que se pudieran escuchar estas voces del desierto.
¿Cómo se producen las voces del desierto?
El viento es la clave para este fenómeno, ya que las grandes dunas solo cantan cuando hay suficiente viento como para derramar la arena que se acumula en la parte superior de la duna.
Se sabe también que las avalanchas de arena están relacionadas con el auge de este sonido, aunque no sean la única explicación. Es más que probable que cualquier duna tenga un deslizamiento de arena en algún momento, pero en la mayoría de los casos son hechos sin importancia que no causan el menos problema.
Otras condiciones que deben darse para poder escuchar las voces del desierto es que sea un día seco y caluroso. De cualquier forma, aunque sepamos que estas condiciones son imprescindibles para que se de el fenómeno, algunas preguntas siguen sin respuesta: ¿Por qué solo algunas dunas cantan en condiciones secas, cálidas y ventosas, que son exactamente las condiciones más comunes en climas desérticos? Y si nos fijamos en las dunas que sí cantan, ¿por qué existen tantos tipos de sonidos en tantas frecuencias diferentes?
La música del desierto
Todo el misterio y las respuestas a esas preguntas están encerrados en la propia arena del desierto, según un informe de un equipo de biofísicos de París. Estos se desplazaron hasta dos de las dunas más famosas por sus cánticos; una en Marruecos y la otra en Omán. Lo primero que quisieron registrar eran los sonidos que emitían las dos dunas y para ello se desplazaron rodando por ellas para desplazar las capas superiores de arena. En este momento se notó la primera diferencia; mientras que la duna marroquí emitió un bajo tono a 105 Hz, la duna de Omán lanzó nueve tonos diferentes entre 90 y 150 Hz.
Después, los investigadores, juntaron unos 150 kilogramos de arena y los llevaron al laboratorio. Allí alcanzaron a ver el resto de las diferencias. Las arenas marroquíes, como se pudo comprobar más tarde, eran bastante uniformes en tamaño y forma, midiendo un promedio de 0,16 mm de ancho, aproximadamente tres veces el ancho de un pelo humano. Las arenas de Omán, en cambio, eran de un tipo más diverso ya que tenían tamaños uniformes que iban desde 0,15 a 0,30 mm. Ese era, sin duda, el motivo que determinaba el tipo de sonido de la duna pero para asegurarse, tamizaron solo las partículas de arena de 0,20 a 0,25 mm y las utilizaron para crear un tono claro y único.
Aún no podemos asegurar con total certeza cuál es la causa del sonido, en primer lugar, pero el hecho de que esté tan estrechamente relacionado con el tamaño y la forma de las partículas de arena ofrece algunas pistas reveladoras.
Por el momento podemos descartar que estas voces del desierto estén relacionadas con el tamaño de las dunas, ya que los científicos fueron capaces de recrear estos sonidos en un laboratorio con solo una cantidad relativamente pequeña de arena.
Hubo un tiempo en que se pensó que las arenas movedizas causaban reverberaciones que se repetían a través de algo llamado guía de ondas, que transmite patrones de ondas al tiempo que preserva su energía. En este caso, la guía de onda hipotética se habría formado en las dunas gigantes, pero la realidad demostró que no se necesitaba tal estructura.
Aún así, el equipo de investigadores cree que la respuesta radica básicamente en los miles y miles de millones de pequeñas colisiones de partículas de arena. Stéphane Douady, de National Geographic, explicó que las sospechas que tenía el equipo de investigación era que en realidad se trataba de granos de arena rebotando. Entonces ¿qué son las voces del desierto? Lo más seguro es que sean simplemente «el sonido de millones de pequeñas sacudidas».