Existen temas históricos que parecen incuestionables. Sin embargo, los historiadores y científicos cada vez disponen de nuevos medios para ratificar afirmaciones que se tenían por ciertas. Un grupo de investigadores de la Universidad de Oslo, han trabajado en el tema de la propagación de la peste en la Europa del siglo XIV, cuyos brotes llegaron hasta el siglo XIX, llegando a una conclusión asombrosa que contradice lo que todos pensábamos: Científicos descubren que NO fueron las ratas quienes propagaron la Peste.
NO fueron las ratas quienes propagaron la Peste
La peste negra fue una de las peores pandemias que ha padecido la humanidad. Peste negra es sinónimo de peste bubónica. El enfermo se infecta con la bacteria Yersinia Pestis que se transmite de varias maneras, pero especialmente a través de la picadura de una pulga infectada. Los síntomas de la enfermedad son entre otras la inflamación de los ganglios linfáticos que cursa con dolor, la aparición de bubas, escalofríos, fiebre y también tos. Sin embargo, a diferencia de la peste neumónica que suele transmitirse por el aire en las gotas se saliva que despedimos al toser o estornudar, la bubónica suele contagiarse con el concurso de una pulga u otro ectoparásito.
Los científicos de la Universidad de Oslo, Katharine R. Dean, Fabienne Krauer, Lars Walløe, Ole Christian Lingjærde, Barbara Bramanti, Nils Chr. Stenseth y Boris V. Schmid realizaron una investigación con la que evaluaron las posibles vías de transmisión de la terrible pandemia. Concluyendo que con toda probabilidad la propagación de la peste durante la llamada Segunda Pandemia, ocurrida en Europa entre los siglos XIV al XIX, fue causada por ectoparásitos humanos como pueden ser las pulgas y los piojos y no de las ratas como popularmente se había creído.
Los ectoparásitos, son «parásitos que viven en la superficie de otro organismo y viven de él». En el caso de los humanos, los más comunes son los piojos, las pulgas y la sarna. Los científicos noruegos crearon un modelo de simulación para estudiar la transmisión de la peste y vieron que las curvas de mortalidad que tenían de nueves brotes ocurridos en ciudades de Europa durante la Segunda Pandemia, se ajustaban a los resultados matemáticos que les daba la simulación de transmisión por ectoparásitos humanos, en este caso pulgas y piojos, más que a la posible transmisión neumónica o por las pulgas de los roedores.
La premisa para la investigación se basaba en estudios previos que afirmaban que debido al clima existente en Europa en aquellos siglos, no hubo una distribución generalizada de Rattus Rattus en el continente y además en los sitios arqueológicos se habían encontrado pocos ejemplares. Todo ello sugiere que las ratas, en el caso de la Segunda Pandemia, no fueron el elemento importante en la transmisión de la enfermedad, sino las pulgas y piojos que saltaban de humano en humano, lo que coincide con los registros históricos que indican que en la mayoría de casos había una transmisión doméstica.
¿Te parece lógico que fueran las pulgas y piojos humanos los que propagaron la Peste? Si quieres saber más sobre la Peste Negra, te invitamos a leer el post: Los inesperados beneficios de la Peste Negra