Dario I el Grande, padre de Jerjes, inició la construcción de su capital, Persépolis, hacia el año 512 a.C. y se mantuvo en pié durante casi 200 años, hasta que Alejandro Magno acabó con el Imperio Persa. Acompáñanos a conocer Persépolis y descubre 10 Curiosidades de la ciudad que destruyó Alejandro Magno.
Persépolis, la capital del Imperio Persa
Alejandro Magno se arrepintió de haberla destruido y a juzgar por las ruinas debió ser una ciudad impresionante.
10 Curiosidades de Persépolis
1. Durante mucho tiempo se creyó que Persépolis no era una ciudad común, sino una ciudad «ritual» que únicamente tenía una ocupación anual, en primavera, cuando las naciones y pueblos bajo el poder aqueménida acudían a ofrecer sus tributos al rey, durante el Año Nuevo Persa. Sin embargo, posteriores descubrimientos permiten afirmar que Persépolis estuvo habitada permanentemente y que servía como centro administrativo y político del Imperio Persa.
2. Persépolis es el nombre que los enemigos griegos dieron a la ciudad capital del Imperio Persa, su nombre real fue «Parsa» que significa «la Ciudadela de la Paz». En el Irán actual se la denomina «Tajt-e Yamshid» «el trono de Yamshid», un mítico gobernante de Irán que según la leyenda reinó durante más de 300 años y dio a su pueblo múltiples conocimientos.
3. Cuando Dario I decidió construir su capital en Persépolis ya existía una urbe en el lugar como lo atestiguan las tablillas encontradas que hablan de construcciones hechas por Ciro y Cambises, anteriores reyes persas. A la muerte de Darío, tanto Jerjes como sus sucesores continuaron con la construcción de la ciudad. Jerjes le añadió, por ejemplo, la «Puerta de todas las Naciones».
4. Un hecho que diferencia esta ciudad de las grandes obras monumentales griegas es que no fue construida por esclavos como ocurría en Grecia. Los obreros, artesanos y constructores que intervinieron en la construcción eran hombres libres provenientes de todos los lugares del Imperio Persa: Jonia, Babilonia, Egipto, etc. Esa diversidad de procedencias se ve reflejada en los diferentes estilos de las construcciones de Persépolis.
5. Persépolis era una ciudad palaciega en la que abundaban los templos y edificios majestuosos, pero en la que también vivió una gran número de población sin cargos públicos que habitaron casas de las hoy en día apenas quedan vestigios. La urbe se levantó sobre una terraza artificial a los pies de un monte llamado Kuh-e-Ramat y tenía una triple muralla para protegerla. Además, muchos edificios eran «guardados» por los «lammasus», unas divinidades mitológicas que tenían el rostro humano, pero el cuerpo de un toro con alas.
6. La llamada «Puerta de todas las Naciones» conserva aún un par de lammasus o toros alados. Fue construida por Jerjes en el año es 475 a.C. y mide 5’5 m. de altura.
7. Otras de las construcciones más importantes de las que se conservan algunos restos en el lugar son la Apadana o sala hipóstila, el Palacio de las Cien Columnas, Hadish o Palacio de Jerjes y la Tachara o Palacio de Dario. En este último pueden verse los restos del cuarto de baño real. En él se conservan algunos relieves en los que se ve un eunuco, ya que no lleva barba, con una servilleta y una botella con ungüento. Un canal que pasaba por el centro de la sala aseguraba que hubiera agua constantemente.
8. Alejandro Magno tomó la ciudad en el 331 a.C. Pero no fue incendiada hasta mayo del año 330. Según cuenta la leyenda, Tais, que más tarde sería esposa de Ptolomeo, insistió a Alejandro en que debía quemarse el palacio de Jerjes en venganza por el saqueo y destrucción que éste causó en Atenas. Alejandro que estaba borracho, cogió una antorcha y la lanzó contra el palacio. La segunda antorcha fue tirada por la propia Tais.
Historiadores de la época dejaron escrito que Alejandro se arrepintió de la destrucción de la ciudad. Sin embargo, la decisión fue meditada y pretendía con ese acto poner un punto final al Imperio Persa. Tras la toma y quema de Persépolis, símbolo del poder aqueménida, y con la muerte del último emperador de su dinastía, Dario III, desaparece para siempre el Primer Imperio Persa.
9. Desde el siglo XIV hay documentos europeos que mencionan las ruinas de Persépolis y a partir del siglo XIX se llevaron a cabo en el lugar trabajos arqueológicos y fue descubierto una parte de su construcción más suntuosa: «El Palacio de las cien columnas». Tras la revolución iraní los restos de Persépolis estuvieron a punto de desaparecer bajo las excavadoras enviadas por el régimen islámico de los ayatolás. Estos consideraban que era un resto cultural pre-islámico y que había sido utilizado por la monarquía del depuesto Sha para sus festividades. Los habitantes de Shiraz, con la ayuda del gobernador de la provincia de Fars, consiguieron salvar el sitio impidiendo el acceso de los bulldozers al lugar.
10. La ruinas de Persépolis se pueden visitar y se encuentran a unos 70 km. de la ciudad de Shiraz en Irán.
¿Conocías la existencia de Persépolis? ¿Te gustaría visitar un lugar que encierra tanta historia?
Imágenes: Diego Delso, Nikopol, map