En un mural de una de las paredes de la antesala de una antigua iglesia sueca del siglo XIII, en la zona norte de la ciudad de Uppsala, puede verse una imagen muy curiosa: el diablo tiende a una mujer unos zapatos rojos atados a un palo. Al parecer, esta pintura medieval de la iglesia de Viksta es una representación de la leyenda de Sko-Ella, la mujer que dio miedo al propio diablo. ¡Acompáñanos a conocerla y sorpréndete!
La leyenda de Sko-Ella, una mujer que asustó al propio diablo
La leyenda plantea el dilema sobre lo que estás dispuesto a entregar para obtener lo que deseas y en el caso de Sko-Ella lo que quería eran un par de zapatos nuevos de color rojo y estaba dispuesta a renunciar a su alma inmortal por ellos.
El diablo y Sko-Ella hicieron un pacto: él deseaba crear desavenencias entre un matrimonio y hasta el momento había fracasado en todos sus intentos y Sko-Ella quería tener un par de zapatos nuevos. Sellaron su pacto y algunas leyendas dicen que para hacerlo la mujer y el diablo mantuvieron relaciones sexuales. Sko-Ella ideó un plan. Le dijo a la esposa del matrimonio que su marido la estaba engañando con otra y que para recuperar el afecto y la pasión perdidas, tenía que cortarle tres pelos de la cabeza mientras dormía para hacer un filtro amoroso. Al esposo le explicó otra historia mucho peor: su mujer quería matarlo y debía permanecer en vela durante toda la noche ya que pensaba atacarlo mientras durmiera. El hombre fingió dormir y cuando su esposa se acercó con un cuchillo para cortarle los tres pelos, pensó que iba a asesinarlo y abalanzándose sobre ella la mató.
Sko-Ella acudió al diablo para cobrar su recompensa y éste se horrorizó al saber lo que había hecho. Él solo quería que la pareja se pelease y como mucho que acabase su matrimonio, pero no su muerte. La maldad de Sko-Ella superaba la suya y tuvo miedo de acercarse a la mujer. Cogió el par de zapatos rojos y se los tendió en el extremo de un palo para no tener ningún contacto con ella.
La leyenda de Sko-Ella se encuentra representada no solo en Viksta Kyrka, sino también en otras iglesias de Suecia formando parte del folclore popular del país. En el caso de Viksta Kyrka no está en la propia iglesia, que tiene motivos bíblicos en sus paredes, sino en una antesala anterior al templo llamada Sala de Armas. Era el lugar donde los feligreses depositaban sus armas antes de entrar en la iglesia. En las paredes de estos lugares solían representarse escenas que quería ser ejemplarizantes pero alejadas de las bíblicas. En el caso de la leyenda de Sko-Ella pretendían hacer reflexionar sobre el diablo y sus tentaciones, pero también sobre el daño que hacen las habladurías y los chismorreos.
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