No hay recurso más poderoso para contar la vida que el arte. Los personajes, los escenarios, cada gesto y cada pincelada esconden un detalle inédito del artista y de su forma de expresarse y ver el mundo. Uno de los mejores artistas de todos los tiempos es el maravilloso Rembrandt, que se dedicaba en cuerpo y alma a darle vida a los protagonistas y escenarios de sus pinturas. Hoy en Supercurioso queremos guiarte en un breve recorrido por 5 de las mejores obras de Rembrandt, para que conozcas a uno de los genios de la pintura de la época barroca. ¡Qué comience el recorrido!
¿Quién fue Rembrandt?
Este artista nació en 1606 en una pequeña provincia llamada Leiden, perteneciente a los Países Bajos. Al cumplir 25 años se mudó a Ámsterdam para aprovechar el naciente mercado del arte que allí florecía y así poder entablar una carrera como artista famoso. Rembrandt, sin duda, logró su cometido, pues es considerado como un artista exponente del siglo XVII y su nombre aún perdura. Aunque vivió durante la época barroca, varios críticos lo han considerado como un artista moderno, porque a pesar de los muchos movimientos propios de su época, Rembrandt siempre siguió sus propios métodos y técnicas.
5 obras de Rembrandt que te fascinarán
Un factor diferencial de este artista es que, a pesar de vivir en un país protestante como Holanda, varias de sus obras hacían culto a imágenes bíblicas, algo que causó furor y un fuerte impacto en sus espectadores. También se distinguió por su uso del aguafuerte (una técnica de grabado) y por sus más de 100 autorretratos, un dato que nos deja boquiabiertos y nos despierta la curiosidad sobre este gran pintor.
Entre la pintura de Rembrandt vemos óleos, grabados, dibujos y es típico ver escenas dramáticas, emotivas y muy detalladas, pues el pintor tuvo una vida personal trágica. Tres de sus cuatro hijos murieron al poco de nacer y en 1642, también muere Saskia, su esposa, quien lo ayudó a relacionarse con varios artistas de renombre.
1. La Ronda de Noche (1642)
Comenzamos nuestro recorrido con una de las obras de Rembrandt más conocidas. En esta se destacan los retratos del capitán Frans Banning Cock y del teniente Williem Ruytemburch. Cada uno de los retratados tuvo que pagar una considerable suma de dinero para aparecer en el cuadro. Pero se dice que las dos figuras centrales pagaron aún más por su posición privilegiada en la pintura.
La luz que se ve puede parecer algo curioso, pues se supone que es una ronda nocturna de un escuadrón militar, pero al mismo tiempo el cuadro posee partes bañadas en luz diurna.
Se dice que este curioso hecho se debió a un error de interpretación en el título de la obra, pues cuando esta pintura de Rembrandt fue hallada estaba tan deteriorada y oscurecida por la oxidación del barniz que las figuras eran casi indistinguibles, como si fuera una escena de noche. Pero, en 1947, se le hizo una restauración donde se comprobó que la escena transcurría durante el día.
2. Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp (1632)
En ese entonces las lecciones prácticas de anatomía eran raras y exclusivas, si se quería asistir era necesario pagar un precio. Es precisamente esta escena la que retrata Rembrandt, cuando el célebre y primer anatomista, el doctor Tulp, dictó una conferencia en la que disecaría a un cadáver que, por cierto, pertenecía a un ladrón que había sido ahorcado esa misma tarde por haber robado una túnica.
Debido a lo inusual del evento, para Rembrandt fue un gran honor recibir este encargo. Aunque más médicos y personas asistieron a la lección, solo aparecen aquellos que pudieron pagar para ser retratados.
Por otra parte, aunque Rembrandt era un gran retratista, esta fue la primera vez que entre las obras de Rembrandt apareció un retrato colectivo. Esto fue un gran reto, pero Rembrandt lo logra al retratar a cada individuo mirando en diferentes direcciones, pero sin que parezca que no prestan atención.
Además, el fondo es simple para no distraer la mirada. Por el otro lado, el fondo y vestido negros contribuyen a dar esta sensación de tenebrismo, que fue recurrente en las obras del pintor.
3. Dánae (1636)
Esta obra de Rembrandt es la interpretación de la historia de la bella Dánae. Según la mitología griega, Dánae era la hija de Acrisio, rey de Argos, quien la encerró en una torre para evitar que quedara embarazada y que su nieto lo matara, como había decretado la profecía del oráculo.
Aún así, el destino es inevitable, pues Zeus se enamora de ella. Se escabulló en la torre en forma de polvo de oro y de esa unión nació Perseo.
Si observas bien, en el fondo del cuadro se puede apreciar a la anciana que se encargaba de cuidar a Dánae y quien acudió rápidamente cuando escuchó ruidos extraños. Como era común en esa época y en Rembrandt, la mujer principal de la obra presenta proporciones armoniosas y bellas, cumpliendo con los cánones de belleza de aquella época. Por su parte, el lujo y los detalles de la cama dan una gran sensación de riqueza y demuestran la gran calidad de las obras de Rembrandt.
Además, las expresiones distintas, pero naturales de la anciana y de Dánae demuestran el intento de comprender la naturaleza humana que plasmó Rembrandt en sus obras.
Lamentablemente, en 1985 la pintura se perdió fatídicamente. Broinos Maigas, entró al museo, eludiendo la seguridad, con un cuchillo y una botella de ácido. Acuchilló la figura de Dánae y luego la roció con el ácido. El resultado fue una masa oscura. La restauración tardó doce años, hasta 1977 fue exhibida nuevamente.
4. El retorno del hijo pródigo (1662-1669), la penúltima obra de Rembrandt
Esta obra de Rembrandt fue concebida en la última etapa de su vida. El artista muere en 1669, pero antes de fallecer, termina esta obra y su último cuadro: la novia judía. El pintor retrata la conocida parábola del hijo pródigo, con la cual nos sigue demostrando su talento y su visión de vida.
Después de haber pasado por varios episodios dramáticos y tristes, Rembrandt juega con el claro-oscuro para darle una tonalidad trágica a sus obras, cómo se ve en la luz que cae sobre el padre ciego.
5. La Tormenta en el Mar de Galilea (1633), la obra de Rembrandt robada
Esta es probablemente la pintura de Rembrandt más destacada entre sus obras, ya que cuenta con un anécdota curiosa. Esta obra de Rembrandt se exhibía en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, cuando fue robada en marzo de 1990. Los ladrones se disfrazaron de policías y se llevaron 13 pinturas. Este es considerado el mayor robo en la historia del arte y todavía está sin resolver.
La pintura de Rembrandt muestra uno de los primeros milagros de Jesús, cuando este calmó las aguas del mar Galilea en medio de una tormenta. En esta obra también se aprecia la técnica del claro-oscuro al mostrar la figura de Jesús iluminada y serena, en comparación al mar que está oscuro y tormentoso.
También podemos ver su tendencia hacia la naturaleza humana, al retratar diferentes emociones en todos los apóstoles. Además, Rembrandt se autorretrata en esta obra, es el que sostiene una cuerda y mira hacia el público.
Hasta aquí va este recorrido por las obras de Rembrandt. Cuéntanos si conocías el trabajo de este pintor. Y, si eres un apasionado del arte, aquí te dejamos artistas contemporáneos que debes conocer, tampoco te pierdas estas frases de pintores ¡Compártenos tus opiniones que esteramos encantados de leerte!