El arte es el canal mediante el cual entendemos y expresamos el mundo. La manera en la que nos evadimos del gris de la existencia. La forma en la que le damos nuestro propio color. El arte es expresión, pero también un lugar desde el que contemplarnos y para mirarnos a los ojos, tanto a nivel individual como social. Es por esta razón que nos llaman especialmente la atención aquellas propuestas artísticas que más se alejan de nuestras convenciones. Por eso, en Supercurioso te invitamos a conocer una selección de artistas japoneses que te sorprenderán no solo por sus propuestas estéticas, sino sobre todo por el trasfondo de sus obras. ¡Ah! Y si eres un amante como nosotros del país nipón, no te pierdas estas sorprendentes curiosidades de Japón.
5 Artistas Japoneses que debes conocer
1. Hitotzuki (Kimi y Sasu)
Kimi y Sasu, dos muralistas que originalmente trabajaban por separado, decidieron unir fuerzas en 1999. Como resultado de su enamoramiento personal y consiguiente colaboración artística, nació su proyecto artístico: Hitotzuki. Sus piezas se caracterizan por ser de grandes dimensiones y de acabados finos, juego de colores llamativos, figuras geométricas perfectamente estilizadas y curvas que terminan como un paraíso perfecto.
Actualmente son considerados como unos de los artistas japoneses urbanos más importantes del país, y sus murales decoran muchas de las calles de este hermoso país. Si quieres descubrir las increíbles bellezas del país nipón, no te pierdas esta entrada que te descubre los lugares imprescindibles que ver en Japón.
2. Shohei Otomo
La verdad, Otomo prefiere el papel a los murales, y suplanta los colores fácilmente por el bolígrafo. ¿Su especialidad? La sátira. Y es que Shohei Otomo es un experto en truncar la realidad, con dibujos que ironizan sobre la vida cotidiana de las personas y que se han visto expuestos en diversos países.
El estilo de Otomo es peculiar, acercándose al realismo y llegando a simular fotografías a blanco y negro, y jugando muy bien con todos los matices que puede generar a través de un simple bolígrafo. Aunque también se ha demostrado un experto en el dominio del color, este artista japonés sin duda prefiere un estilo parco que se asemeja al de una fotografía en blanco y negro. Sin duda, uno de los artistas japoneses que tienes que conocer.
3. Daido Moriyama
Pasamos a hablar de Daido Moriyama, uno de los mejores fotógrafos de todo Japón. Un apasionado de las ciudades y, sobre todo, un hombre que ha sabido encontrar la belleza, no en la búsqueda de la perfección, sino en la búsqueda del mensaje.
Y es que Moriyama no se enfoca en la mirada estéticamente estilizada y sin errores, sino más bien en la búsqueda de lo real, lo pujante, lo profundamente humano que a veces se esconde a nuestros ojos, demasiado acostumbrados al día a día, y que solo pueden develar aquellas miradas sutiles del artista. Es por ello que Daido Moriyama se ha ganado un lugar privilegiado dentro de los artistas japoneses.
4. Shiho Aoshima
Un autodidacta por excelencia, dedicado a aquello a lo que Dalí volcó su alma: el surrealismo. Shiho Aoshima es un artista urbano japonés, que utiliza toda su capacidad expresiva para bombardear los paisajes urbanos con su imaginación e inventiva. Vuela por lo onírico, por los recovecos de la mente, cambiando el gris de las calles por fantasmas y demonios que van de la mano con mujeres jóvenes y diversos elementos de la naturaleza.
Para Aoshima el arte es un juego infinito, una manera de afrontar la realidad, perturbándola con todos los elementos de nuestra imaginación, con las pequeñas cosmovisiones que cada quien tiene dentro de sí y que, finalmente, hablan del miedo y de la angustia, pero también del sueño y la fantasía. Es por ello que se ha convertido en uno de los artistas japoneses más relevantes de la actualidad.
5. Ryoji Ikeda
Cerramos este artículo con Ryoji Ikeda, un artista experimental cuya principal materia prima es el sonido. El sonido, sí, pero no los instrumentos, sino los sonidos cotidianos, el sonido de la ciudad, el del barrio, el de la vida.
La obra de Ikeda, principalmente audiovisual, juega con luces y sombras, así como sonidos electrónicos y otros que se va encontrando en la ciudad para generar en el espectador una experiencia única que termina retumbando todos los sentidos. Lejos de buscar lo cotidiano, lo de Ryoji Ikeda es transmutar lo común hacia lo extraordinario, generando para el espectador un espacio completamente nuevo.
Esperamos que te haya resultado interesante conocer la existencia de estos artistas japoneses tan particulares. Déjanos un comentario y cuéntanos si conocías a alguno de ellos. ¿Añadirías algún otro artista tan peculiar como ellos? ¡Te leeremos con atención!