Los Premios Nobel españoles son ocho señores (en efecto, no hay ni una de mujer, al menos de momento) que ganaron el premio entre el año 1904 y 2010. Probablemente, sus nombres te sonarán: numerosas calles y plazas han sido nombradas en su honor, por ejemplo. Y es que desde el origen del Premio Nobel, este reconocimiento ha gozado de gran prestigio entre los intelectuales. No obstante, puede que desconozcas qué llevó a cada uno de los Premios Nobel españoles a alzarse con el premio. Tranquilo: hoy en Supercurioso te lo contamos. ¡Sigue leyendo!
Premios Nobel Españoles que debes conocer
1. José Echegaray, el matemático dramaturgo (1904)
El primero de los Premios Nobel españoles es, posiblemente, uno de los más desconocidos. Y es que el hecho de que recibiera el Premio Nobel de Literatura tuvo mucho que ver. ¿Por qué? Echegaray destacaba mucho más como político y científico (era matemático y físico, entre otros) que como dramaturgo. De hecho, sus compañeros de la Generación del 98 (entre los que se encontraban Pardo Bazán o Clarín) no lo consideraban un dramaturgo excepcional, y por eso criticaron duramente que recibiera el premio en esta categoría.
2. Santiago Ramón y Cajal, el brillante científico (1906)
Tan solo dos años después del Nobel a Echegaray, Ramón y Cajal, el artista de la neurona, recibía su premio, esta vez en Medicina. Cabe decir que este no tuvo polémica alguna, ya que los descubrimientos del brillante científico permitieron asentar las bases de la neurología moderna. Entre otros, Ramón y Cajal descubrió que las neuronas se comunican entre ellas, así como que el cerebro está formado por células individuales. Las pasiones de este científico, por cierto, no se limitaron a la medicina, ya que también destacó en fotografía y era aficionado a escribir relatos cortos bajo el pseudónimo Doctor Bacteria.
3. Jacinto Benavente, el dramaturgo irónico (1922)
Unos años más tarde, otro de los Premios Nobel españoles recibía el correspondiente a la categoría de literatura. Fue el caso de Jacinto Benavente, escritor que solo se dedicó a la literatura tras abandonar Derecho a la muerte de su padre. Benavente cultivó un montón de géneros diferentes, aunque destacó especialmente en la dramaturgia. Su estilo era muy realista, con escenas cotidianas cargadas de intención y una fina ironía.
4. Juan Ramón Jiménez, el delicado poeta amigo de un burro (1956)
Puede que te suene una de las obras más conocidas de este escritor que recibió el Nobel en los cincuenta, Platero y yo, en la que cuenta una serie de episodios basados en la infancia del autor protagonizados por un asnete adorable que da nombre al libro. El estilo de este Premio Nobel está tan teñido de poesía que cuando lo lees es como comerse un caramelo de fresa… De hecho, la poesía para Juan Ramón Jiménez era una fuente de conocimiento que nos permitía captar las cosas tal como son.
5. Severo Ochoa, el estudioso de la bioquímica (1959)
Solo tres años después de que Juan Ramón Jiménez, Severo Ochoa recibía el Premio Nobel de Medicina (el segundo de España), convirtiéndose en otro de los Premios Nobel españoles más conocidos. De hecho, ganó el premio estando en Estados Unidos, donde se instaló después de exiliarse, al principio de la Guerra Civil (a España no volvería hasta 1985). Las razones por las que el jurado lo consideró ganador fueron sus estudios relacionados con la bioquímica y la biología molecular.
6. Vicente Aleixandre, el poeta de nombre interminable (1977)
Atentos al nombre completo de este ganador del premio en la categoría de literatura de mediados de los setenta: Vicente Pablo Marcelino Cirilo Aleixandre y Merlo. Toma ya. Aleixandre destacó por su poesía, a la que se acostumbra a dividir en cuatro etapas: poesía pura (en la que buscaba la esencia de la palabra), la poesía surrealista (ingobernable y vital, en la que destacan los versos libres), la poesía antropocéntrica (la Guerra Civil lo cambia y provoca que su poesía tenga un aire más social y sencillo) y la poesía de vejez (que lo lleva al estilo más desatado de su juventud, aunque con la experiencia de la edad).
7. Camilo José Cela, el hombre de la colmena (1989)
Este gallego fue otro de los Premios Nobel españoles de Literatura (de hecho, solo hay dos Nobel que no pertenezcan a esta categoría, a los que ya hemos conocido). Autor de obras muy conocidas como La colmena o La familia de Pascual Duarte, la obra de Cela se caracteriza por el hiperrealismo, pero también por el surrealismo. Hombre de contrastes, durante la postguerra trabajó como censor para la dictadura, aunque sus dos primeras obras fueron censuradas. Descubre aquí algunas de las mejores frases de Camilo José Cela.
8. Mario Vargas Llosa, el Nobel de doble nacionalidad (2010)
Y llegamos al último de los premios nobel, que en este caso tiene doble nacionalidad, ya que nació en Perú (de hecho, fue candidato a la presidencia de este país en 1990). La obra de Vargas Llosa se distingue por su fuerte inspiración autobiográfica, además de criticar con asiduidad el sistema jerárquico de Latinoamérica. Entre sus obras destacan La ciudad y los perros, Pantaleón y las visitadoras o La fiesta del Chivo.
Esperamos que este artículo sobre los premios nobel españoles te haya gustado e interesado, además de ser una puerta de entrada para conocerlos más a fondo o leer sus obras. Dinos, ¿conocías a todos estos señores? ¿Has leído alguna de sus obras? Recuerda que puedes contarnos todo lo que quieras, ¡estamos deseando leerte!