Los primeros humanos emplearon materiales de plantas, minerales o animales para elaborar colorantes, que empleaban para pintarse o dibujar el cuerpo, así como hacer sustancias aromáticas o perfumes. Pero, ¿se conoce realmente cuando surgió la cosmética?
Según investigaciones arqueológicas varias de éstas estaban compuestas por óxidos de hierro o magnesio y grasas. Minerales rojos combinados con grasa animal, pueden haber sido empleados para proteger el cuerpo de los rayos del sol, lo que podría considerarse como el primer protector solar que se conoce.
La palabra “cosmética” asociada a la belleza
Proviene del vocablo griego “kosmetés”, que significa “que adorna”. Los historiadores concuerdan que Egipto fue la cuna de la cosmética y, por esto, el embellecimiento y cuidado del cuerpo era algo fundamental para los egipcios. Nefertiti usaba cremas limpiadoras confeccionadas con aceites mezclados con polvo de piedra caliza, también empleaba una crema para eliminar arrugas, hechas con cera, aceites vegetales e incienso y se maquillaba los ojos con fina tinta verde de malaquita.
El azul maya
Los mayas eran una de las sociedades americanas precolombinas más avanzadas. Sus grandes conocimientos sobre astronomía continúan asombrando a los actuales científicos. También eran expertos en química. Las ruinas mayas poseen dibujos en los que aún se preserva un tipo de azul único que se ha denominado el “azul maya”. Se trata de un pigmento cuya composición química fue descubierta por el científico mexicano Constantino Reyes Valerio. Los mayas lo elaboraban con arcillas, sobre todo paligorskita, combinadas y calentadas a más de cien grados Celsius con un colorante índigo o añil de origen vegetal.
Europa Renacentista
En Inglaterra, en la corte de Elizabeth I, durante el Renacimiento se hicieron muy famosos los tratamientos para el cabello a base de agua de rosas, la salvia para blanquear la dentadura, los pétalos de geranio para el rojo de los labios, los baños de vino y las máscaras de miel y clara de huevo para alisar las arrugas. También empleaban productos algo peligrosos como el sublimado de mercurio para eliminar manchas, rojo de labios de sulfuro de mercurio, sulfuro de plomo para como tintura de cabello y el albayalde para limpiar cuello y rostro.
La cosmética originalmente estaba asociada con prácticas religiosas y posteriormente con el embellecimiento y la higiene. Uno de los más importantes desafíos que tiene la cosmética moderna es la de fabricar productos que no sean contaminantes y que también protejan la piel de los peligros de las radiaciones ultravioletas.