El concepto del Apocalipsis lleva siglos llamando la atención del mundo entero. Su definición más estricta nos habla del último libro del Nuevo Testamento de la Biblia. En las páginas de esta profecía se despliegan una serie de revelaciones sobre el fin del mundo, plagado de eventos cataclisticos. Pero, dentro y fuera de los límites de la religión, el fin del mundo protagoniza un sinfín de leyendas. El Ragnaraok o Apocalisis Vikingo, el Apocalipsis de Pedro, excluido de la Biblia, o la leyenda de las trompetas del Apocalipsis, se cuentan entre ellas.
Son muchos los fenómenos naturales que han sido asociados por los creyentes con los avisos sobre el fin del mundo. La mayoría de ellos pueden ser explicados también por la ciencia. Las trompetas del Apocalipsis es un fenómeno natural que se registró con fuerza a finales del año 2014. También hubo otro seriado de estos particulares sonidos en el año 2020. Personas de diferentes partes del mundo grabaron vídeos y los hicieron públicos. En ellos se aprecian sonidos estruendosos que parecen venir del cielo, y que simular los estertores de una trompeta. Acompáñanos en Supercurioso a dilucidar todos los misterios sobre este peculiar fenómeno que sigue inquietando a parte de la población.
Las escalofriantes trompetas del Apocalipsis: ¿Qué son?
Las ciudades de Nueva York, en Estados Unidos; Kazán, en Rusia, y algunas localidades del Reino Unido, fueron testigos de un fenómeno realmente extraño: un sonido a altos decibelios, parecido al de una trompeta, que hizo temblar los cristales de todas las ventanas. Escúchalo en el vídeo inferior. ¿Cómo reaccionarias si de pronto todo empezase a vibrar y sonase este estruendo?
Algunos han llamado a este sonido «las trompetas del Apocalipsis». Para los creyentes, el sonido fue sinónimo de terror, pero los hombres y mujeres de ciencias, empezaron a estudiar las manifestaciones del ruido, con el objeto de dar una respuesta. El mismo fenómeno que causó revuelo en el año 2014, se repitió con fuerza en algunas regiones de Europa, de Estados Unidos y del sur de América Latina, durante el mes de abril del 2020.
Aunque la aparición de las trompetas del Apocalipsis, haciendo retumbar los cielos con sus potentes sonidos, ha generado las más diversas hipótesis, la realidad es que se trata de un fenómeno de origen muy antiguo, que desde hace siglos viene presentándose en los más remotos rincones del mundo. Los científicos norteamericanos se han aproximado al fenómeno, describiéndolo con el nombre de skyquake, es decir, cielomoto o terremoto del cielo.
La explicación más básica se refiere a que, mientras en el planeta Tierra cada movimiento sísmico ocurrido es generado como consecuencia del choque de las placas tectónicas, en el cielo los choques también ocurren, pero son entre enormes masas de aire calientes y frías. Los científicos que defienden este argumento, plantean que el aire, al estar integrado por una mezcla de gases que aumentan su temperatura, dilatando sus partículas, sufre del proceso de aumento de su volumen.
Es entonces cuando se desplazan hacia afuera los demás gases. Pero el aumento en la temperatura es muy rápido y notorio. Esto implica que el movimiento del aire resulte violento, generando una onda de choque. Es justamente esta onda la que genera una serie de sonidos que se asemejan a trompetas y fuertes zumbidos.
¿Por qué se producen los cielomotos?
La Teoría de las olas y las dunas
Las trompetas del Apocalipsis han sido estudiadas con detenimiento por científicos de las más diversas disciplinas, que han llegado a esbozar teorías que den una explicación certera a los extraños sonidos. David Hill, un científico que trabaja para el Servicio Geológico de Estados Unidos, cree que se podría deber al metano liberado por unos cristales que yacen en el fondo del océano. Este fuerte sonido podría producirlo el gas al entrar en combustión. Para defender esta teoría se apoya, entre otras cosas, en el hecho de que este estruendo se oye especialmente en las zonas con acantilados en los que las olas impactan con fuerza. También suelen captarlo los surfistas de grandes olas y algunas personas antes de que se produzca un tsunami.
Otra teoría de Hill es que las trompetas del Apocalipsis o cielomotos, sean producidos por dunas de arena. Al parecer, si se dan las condiciones idóneas, estos montones de arena acumulada pueden producir distintos tipos de sonidos: silbidos, susurros e incluso estruendos. Ahora bien, los científicos aún no son capaces de explicar por qué se producen. ¿Cuál es la teoría de Hill? Que todos estos sonidos son provocados, finalmente, por terremotos. Pero no terremotos a gran profundidad, sino los más superficiales que el ser humano puede captar con el oído. Es decir, oímos como se agrieta el suelo.
La Teoría del meteorito
En búsqueda de la explicación al fenómeno de las trompetas del Apocalipsis, algunos científicos se han lanzado a esbozar teorías un tanto más complejas, como la Teoría del meteorito. Esta defiende que el sonido generado en el cielo puede corresponderse con el de un meteorito cayendo. Al parecer existen casos documentados de principios del siglo XIX que informan de un suceso parecido al de un cielomoto, que más tarde se relacionó con un meteorito que había caído a mucha distancia. Esto es posible, ya que aunque no veamos la estela del meteorito, podemos notar su efecto. El rastro de este ya se habría desvanecido para cuando el sonido del cielomoto llegase a nosotros.
La Teoría de las emisiones de Radio
Científicos de la NASA han hecho constantes aportes a la investigación de los cielomotos o trompetas del Apocalipsis. Entre las hipótesis que han sumado al conocimiento sobre el tema, se encuentra la Teoría de las emisiones de Radio. Lo que se plantea en este sentido es que la Tierra tiene emisiones de este elemento químico, de una forma natural y constante. Estas emisiones generan ruidos y sonidos de los más diversos tipos, aunque el oído humano no tiene la capacidad para captarlos.
Sea que se prefiera alguna de las explicaciones científicas, o las hipótesis vinculadas a la religión, la realidad es que las trompetas del Apocalipsis no son más que otra extraordinaria muestra de lo amplio, diverso y sorprendente que es nuestro planeta, que aún alberga misterios de cuyo descubrimiento estamos muy distantes.