Gran parte del mundo celebra el carnaval, unas fiestas de fecha movible que tienen su origen probablemente en fiestas paganas en honor a Baco, las saturnales y lupercales romanas, e incluso antes, en Egipto, en las celebraciones al dios Apis. Hay historiadores que indican que había fiestas similares en la antigua Sumeria. En estas fiestas, sobre todo en las saturnales, se comenzaron a usar máscaras con fines festivos, de allí que en el carnaval todos nos disfracemos.
Son movibles porque se celebran entre febrero y marzo, y son siempre lunes y martes, porque son justo antes del miércoles de ceniza que inaugura el comienzo de la cuaresma cristiana, por ello están más asociados a países de tradición católica.
Se caracterizan por la alegría en las calles, los disfraces, comparsas y desfiles, donde se permiten ciertos excesos y descontroles, entre ellos comer carne (pues durante la cuaresma se debía hacer rigurosos ayunos donde la carne estaba prácticamente prohibida).
De hecho, la primera etimología de la palabra proviene del latín vulgar carne-levare (“abandonar la carne”), y posteriormente surgió otra de la palabra italiana carnevale, que significa lo contrario, “época en que se puede comer carne”, y es la que actualmente se usa. Cabe decir que a finales del siglo pasado, algunos autores encontraron evidencias de otras etimologías, más antiguas y paganas: Carna era la diosa celta del tocino y las habas; y Karna era un dios indoeuropeo, hermano mayor de los pándavas, hijo del sol y la reina Kunti. Ya ves que esta fiesta es de larga data.
Las celebraciones más notorias son el carnaval de Río de Janeiro, el Mardi Gras de Nueva Orleans y el de Venecia, el más antiguo.
Y ahora entramos en Venecia
Después de un poquito de historia para entender el contexto, vamos a hablar sobre una de las celebraciones de carnaval más famosas y representativas: el carnaval de Venecia, en Italia, la ciudad romántica por excelencia, con sus intrincadas callejas de piedra y sus famosos canales. ¿Nos acompañas?
Primeras celebraciones
La tradición de esta festividad se remonta nada menos que al siglo XI. En el año 1296, un edicto del Senado de la República declaró festivo el día que precede a la cuaresma; fue “otorgado” por las oligarquías venecianas para darle al pueblo un lapso de diversión y las máscaras constituían un verdadero escondite que anulaban las clases sociales, por lo que era muy común que los nobles se pasearan y mezclaran con la gente llana, protegidos por el anonimato de sus disfraces.
El carnaval de Venecia llegó a su máximo esplendor y apogeo en el siglo XVIII, y aristócratas y viajeros de toda Europa se daban cita en esta ciudad en busca de placer y diversión.
Sin embargo, el descubrimiento de América, los cambios en la ruta de la seda y las riquezas procedentes del Nuevo Mundo hicieron decaer a esta ciudad como foco comercial y el carnaval casi desapareció.
¿Y de qué se disfrazan?
Los trajes son realmente una obra de arte; suelen representar la vestimenta del siglo XVIII y abundan las maschera nobile (careta blanca y ropaje de seda negra, también pueden ser de colores oscuros y sombreros de tres puntas).
Actualmente los visitantes sólo se colocan antifaces o máscaras (que siguen siendo blancas, plateadas y doradas), las cuales se venden por montones en las calles de la ciudad, y se toman fotos con los venecianos, que sí se disfrazan, con trajes en verdad espectaculares.
¡Prohibido el carnaval!
Lo prohibió Napoleón Bonaparte en 1797, cuando ocupó Venecia. Este emperador francés sintió resquemores y un gran miedo de que, otra vez protegidos por los disfraces, los ciudadanos venecianos pudieran reunirse al amparo del anonimato y de los festejos para conspirar contra él.
De modo que durante un buen tiempo, las estrechas y empedradas callejuelas de Venecia, así como sus hermosos canales, se vieron desnudos de celebraciones donde se ocultasen las caras.
Hoy, recuperado
En el siglo XX el carnaval fue restituido como fiesta importante, y fue apenas en 1979. Dura 10 días, en los cuales hay cientos de fiestas callejeras y privadas (éstas suelen ser por invitación y llegar a tener altos costos).
El primer domingo se celebra el “vuelo del ángel” o de la Colombina, en donde una paloma de metal es lanzada desde el campanario de San Marcos hacia el Palacio Ducal (actualmente es un acróbata quien interpreta al ángel).
El día de mayor afluencia de visitantes, por supuesto, es el martes de carnaval.
Sin duda, Venecia con sus callejuelas y canales donde abundan las románticas góndolas y la historia que exudan sus piedras, es uno de los escenarios más increíbles del mundo donde pasar diez días inolvidables de fiesta.
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