Winston Churchill ha pasado a la historia por ser un gran político; participó en 5 guerras coloniales, ocupó 7 cargos ministeriales y fue Primer Ministro en 2 ocasiones. Este hombre adquirió verdadero prestigio a raíz de la Segunda Guerra Mundial, él fue quien dio la señal de alarma de los peligros que conllevaba ese hombre bajito con bigote llamado Hitler.
Pero hoy en Supercurioso y siguiendo nuestra línea con artículos curiosos en torno a la Segunda Guerra Mundial. como El origen de la nutella y la Segunda Guerra Mundial, queremos mostraros la faceta más divertida de Churchill. Y es que si fuera un hombre de estos tiempos, posiblemente, sería todo un crack de las redes sociales y de muchos programas de cotilleo de la televisión; las ocurrencias de uno de los mejores oradores de todos los tiempos, no tenían desperdicio.
Lo más curioso y divertido de Churchill
- Su principal fuente de ingresos provenía de su labor como escritor. No en vano sus libros eran best seller y en 1953 recibió el premio Nobel de Literatura.
- Churchill siempre tenía que dormir con un pijama de seda. Sí señores, con un pijama de seda, aunque estuviera durmiendo en un catre en pleno bombardeo.
- Churchill era «un gorrón desvergonzado». Al menos así lo afirma el historiador David Cannadine, al parecer le encantaba gorronear todo lo que pudiera: viajes, regalos, alojamientos…
- Churchill fue pintor. Churchill pintó 500 cuadros.
- Otras curiosas aficiones de Churchill. Aprendió el oficio de albañil, cultivó la jardinería y crió animales exóticos.
- Churchill era conocido por su alcoholismo, tomaba grandes cantidades de whisky; le venía de familia y de hecho 3 de sus 4 hijos también cayeron en él. Cuando se estableció la Ley Seca en los EEUU, Churchill afirmó que era: «Una afrenta a toda la historia de la humanidad».
Las ocurrencias de Churchill
Las ocurrencias de Churchill no tenían parangón. Su inteligencia lo llevaba a protagonizar algunas de las frases más divertidas de la historia. ¿Quieres conocer alguna de ellas? Pues ahí van
- Churchill siempre discutía con Lady Astor, la primera mujer en el Parlamento británico. Durante un debate, lady Astor no reparó en decirle a Churchill que si fuera su esposa le pondría veneno en el té, a lo que él respondió: «Señora, si yo fuera su marido, me lo bebería».
- Cuando Churchill cumplió 80 años un periodista de 30 años fue a fotografiarlo, eran nada más y nada menos que 80 años. El inocente periodista no sabría demasiado sobre las ocurrencias de Churchill en los momentos más inesperados porque le dijo «Sir Winston, espero fotografiarlo nuevamente cuando cumpla 90 años», la respuesta de Churchill no pudo ser más divertida: «¿Por qué no? Usted parece bastante saludable».
Y es que la personalidad de Churchill le valió, según una encuesta de la BBC, el calificativo de «La figura más grande de la historia británica».
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