¿Quién no ha tenido una tortuga de agua en casa? O, ¿qué niño no pide tener una? Estos simpáticos reptiles que viven en muchos hogares no son tan duros como puede aparentar su caparazón. A decir verdad, son animales realmente delicados que precisan de una serie de cuidados y atenciones a parte de los ya sabidos calcio para el caparazón y gotas para quitar el cloro del agua. Como toda mascota, las tortugas requieren de cuidados y atenciones especiales. ¿Ya sabes cómo cuidar a una tortuga correctamente? En Supercurioso te hemos resumido aquí 7 cuidados importantes que debes tener con tu tortuga doméstica. ¿La estás cuidando adecuadamente? ¡Acompáñanos a descubrirlo!
Cómo cuidar a una tortuga, 7 consejos importantes
Todas las mascotas requieren de cuidados y atención especial, y por ello es bueno informarnos adecuadamente de qué necesita el tipo de mascota que vamos a tener en nuestro hogar. El caso de las tortugas no es distinto, así como los gatos o los perros estas requieren de una alimentación específica y de cierta dosis de atención. Para empezar, deberás saber qué tipo de tortuga es, pues su tamaño, alimentación y sus diferentes tipos de necesidades variarán según el tipo de tortuga que tengas. Una tortuga de agua, por ejemplo, necesitará de un buen acuario para ser feliz, mientras que una tortuga de tierra necesitará de un terrario o un patio para poder desenvolverse adecuadamente. ¿Ya sabes cómo cuidar a una tortuga? Descubre estos 10 datos para tener una tortuga saludable y feliz.
1. El agua en la que nadan
Por supuesto, este dato aplica específicamente para las tortugas de agua. En caso de que tengas una o estés pensando adquirir una, una de las primeras cosas en las que deberás pensar es en el espacio en el que esta habitará. Y es que la típica tortuguera con la palmera en el medio puede servir provisionalmente, pero pronto deberás pasarla a un espacio más grande. De hecho, lo ideal es un acuario amplio en el que la tortuga pueda sumergirse por lo menos 5 centímetros, aunque lo ideal es que este sea un poco más profundo. De esta manera le asegurarás un espacio suficiente para que tu tortuga se desenvuelva tranquilamente.
2. Un espacio fuera del agua
No solo de pan vive el hombre, ni solo de agua las tortugas. Es importante que tengas en cuenta que las tortugas son animales curiosos y que, por lo tanto, necesitan espacio en el que desenvolverse. Es por ello que tan importante como el agua en la que nadan es la tierra en la que andan. Lo ideal es que estos reptiles tengan una zona seca en la que se puedan desenvolver, ya que son animales a los que les gusta mucho salir del agua y, especialmente, recibir baños de sol. Si cuentas con un jardín o una terraza, entonces adapta un espacio de allí para que tu tortuga pueda andar feliz.
3. Luz, mucha luz
Si tu tortuga pasa demasiado tiempo en zonas secas y casi no come nada, entonces puede que esta sienta que le hace falta algo de luz. Para las tortugas es importante estar en zonas lo suficientemente iluminadas, preferiblemente con luz solar. Es necesario recordar que las tortugas son reptiles y, como tal, son de sangre fría, y no solo eso, sino que su actividad metabólica depende en gran medida de la temperatura del ambiente. Es por eso que una tortuga que no reciba la suficiente cantidad de luz probablemente no se alimente como debería. De manera que una forma ideal de cómo cuidar a una tortuga es mantener siempre un buen ambiente para ella.
4. Una buena alimentación es fundamental
Por supuesto, una buena alimentación es fundamental. Como te señalamos más arriba, las tortugas necesitan de un buen ambiente para alimentarse, pero esto no es lo único que necesitan, sino también de buenos alimentos. Existen muchas opciones para alimentar una tortuga. Estos pequeños reptiles son omnívoros, lo que significa que estos animales comen casi cualquier cosa: verduras, frutas y carne. Aunque existen alimentos preparados especialmente para las tortugas, también puedes optar por una dieta orgánica. Solo asegúrate de investigar bien qué alimentos son los mejores para su dieta y, además, las cantidades adecuadas que les debes dar según su tamaño, su edad y su peso.
5. El olor de la tortuga
Muchas personas que han tenido tortugas suelen quejarse del olor que desprenden, especialmente si se trata de tortugas de agua. Pero, ¿es realmente la tortuga quien huele mal? La verdad es que si tu tortuga o su recipiente desprende un muy mal olor lo más probable es que no hayas investigado adecuadamente cómo cuidar a una tortuga. Y es que estos animales no se caracterizan por tener mal olor, sino que usualmente este olor se debe a la acumulación de residuos de alimentos en el agua. O, lo que es lo mismo, a la falta de higiene del recipiente. Por supuesto, existen productos para quitar este mal olor, pero realmente no es recomendable acudir a ellos. Lo ideal para evitar este mal olor es limpiar adecuadamente las áreas en las que habita nuestra mascota y poner una depuradora con filtro, de esta manera no se producirá ese hedor.
6. Parecen tranquilas, pero…
Las tortugas pueden parecer animales muy calmados, sobre todo por la lentitud con la que suelen hacer todo, pero la verdad es que estos pequeños animales suelen sufrir mucho por el estrés. A las tortugas no les gusta que las cambien de hábitat, tampoco se la llevan bien con los viajes ni les fascina que las cojan a cada rato. De hecho, los cambios bruscos de ambiente pueden ocasionarle mucho estrés a tu tortuga, aunque no lo parezca. De hecho, algo tan simple como un cambio de recipiente puede causarle tanto estrés que esta puede terminar muriendo. De manera que es mejor que cuides bien de que tu pequeña mascota no se estrese y que siempre le ofrezcas un ambiente en el que ella se pueda sentir tranquila y relajada.
7. Y, ojo, las tortugas no bostezan
Es importante que tengamos en cuenta que las tortugas no bostezan y que, si las vemos hacer algo parecido a un bostezo, nos preocupemos. Esto se debe a que uno de los signos de la pulmonía de las tortugas es una especie de bostezo que realiza este animal. O, mejor dicho, no se trata de un bostezo, pero nosotros podríamos interpretarlo como tal, porque en verdad pareciera que bostezara. En todo caso, la manera más segura de evitar que a nuestra tortuga le de una pulmonía es cuidando muy bien la temperatura del agua en la que nuestra mascota nada. Lo ideal es mantener el agua a unos 25°C para que nuestra mascota esté en un hábitat ideal. Para ello puedes conseguir un calentador eléctrico en una tienda especializada en acuarios y mascotas de agua.
El desconocimiento sobre el cuidado de estos animales tan comunes en los hogares, sobre todo cuando hay niños pequeños, pueden hacer que acorten la vida de nuestras mascotas. En el caso de las tortugas, estos sencillos consejos sobre cómo cuidar a una tortuga pueden ayudarte a darle una vida ideal a tu pequeña mascota. Sin embargo, siempre es recomendable investigar un poco más acerca de las diferentes mascotas que llevamos a nuestra casa y cómo garantizarles la mejor vida posible. ¿Qué te ha parecido nuestro artículo acerca de los cuidados que debe recibir una tortuga? Déjanos tu opinión en los comentarios, ¡estaremos deseando leerte!