¿Te fascinan los relojes u ordenadores con carcasas transparentes en los que puedes ver el funcionamiento del mecanismo? Aunque pueda parecerte sorprendente, este diseño no es original del ser humano. La naturaleza, como en otros muchos casos, ya lo había inventado antes.
En este post nos detenemos en la rana de cristal, un anfibio con una piel translúcida y grandes dosis de exhibicionismo, que ya ha llamado la atención de empresas y científicos y que se suma a la larga lista de animales insólitos que hemos conocido a través de Supercurioso, como su pariente la rana de la lluvia del desierto y su peculiar “grito de guerra”.
Nada que ocultar
Con un aspecto de silicona o de goma en tonos verdosos, las llamadas ranas de cristal son un ejemplo de la exquisita ingeniería de la naturaleza. Su piel, casi totalmente transparente en la zona del vientre, convierte a este animal de la familia centrolenidae en una de las especies más curiosas y sorprendentes del planeta. El corazón, el hígado, el estómago, los intestinos y hasta los huesos son apreciables a simple vista.
¿No te lo crees? Mira este vídeo:
Al servicio de la investigación
Además del impacto visual que proporcionan estas ranas, los científicos han encontrado en ellas una gran herramienta para la investigación, puesto que su singular anatomía permite analizarlas sin necesidad de diseccionarlas antes. Por ello, algunas instituciones científicas y universidades ya las utilizan en sus estudios, como en investigaciones sobre el cáncer, por ejemplo.
¿Hábitat?: América Central y Sudamérica
Eso sí, para ver a esta subespecie de los anfibios anuros vas a tener que irte a los bosques del centro y sur de América, su hábitat natural, y buscar sobre las hojas y árboles de las selvas más húmedas. No será tarea fácil, puesto que las “glass frogs” son más activas por la noche y prefieren las alturas al suelo.
De hecho, aunque existen más de medio centenar de ranas de cristal diferentes, hace unos años, en 2009, se descubrieron tres nuevos tipos en Colombia, como recoge en esta noticia la asociación Conservation International, y no se descartan nuevos hallazgos.
Lamentablemente, como otros muchos animales, la rana de cristal está al borde de la extinción, como consecuencia de la deforestación y la contaminación de las aguas. Esperamos que revierta esta situación la labor de protección desarrollada por las entidades medioambientales internacionales.
Para su reproducción, la rana de cristal deposita una media de veinte huevos en piedras u hojas sobre los riachuelos y los machos se encargan de vigilarlos permanentemente durante las siguientes dos semanas. Tras este periodo, los huevos eclosionan y los renacuajos caen al agua para completar su desarrollo.
Belleza en venta
Bueno, esto en libertad, porque el mundo empresarial no ha sido ajeno a la belleza de este anfibio y ya hay empresas que las crían en cautividad para después venderlas en el mercado a precios que rondan 40-80 dólares. ¿Te la comprarías? ¿Sí? ¿No? Cuéntanos por qué.