Los llaman tatuajes en acuarela o «watercolor», un giro original y elegante dentro del campo de los «tattoos» que tiene auténticos adeptos y algún que otro detractor. ¿La razón? Los llaman tatuajes «híbridos», pero no por ello, dejan de se ser igual de atractivos. No hace mucho te hablamos en Supercurioso de los tatuajes minimalistas de Seoeon, pequeñas delicias inscritas en la piel muy del gusto de la población femenina más joven. Hoy, queremos ir más allá y enseñarte estas obras exquisitas.
Se dice, que los tatuajes en acuarela se acercan ya auténticas obras de arte con un estilo algo más clásico, más romántico y delicado, ahí donde nuestro cuerpo es ese lienzo donde lucir geniales dibujos que te dejarán sin aliento.
¿Quieres saber más cosas sobre ellos?
Arte en la piel, los tatuajes «watercolor»
Cuando ves en persona uno de estos tatuajes en acuarela, lo primero que piensas es que no es un tatuaje ordinario. Que es pintura y que sólo con pasar el dedo esa magia cromática desaparecerá. No obstante, estos tatuajes quedan impresos en nuestra piel hasta la eternidad, una promesa con nosotros mismos donde esas pequeñas obras de arte vestirán por siempre esa nuca, ese brazo, ese abdomen, o ese rincón que sólo nosotros y nuestras parejas podremos ver.
Son auténticas maravillas que causan un impacto visual muy semejante a los tatuajes 3D, que últimamente se han puesto de moda. Para conseguirlos, para perfilar esa perfección casi pictórica, se crean pinceladas muy semejantes a las que se crearían con un pincel, aunque obviamente, nadie se libra de las punzadas, de esas miliméticas y perfectas incisiones donde la tinta se mezcla a veces con la sangre.
Como puedes ver lo más llamativo sin duda es el uso de los colores. Son tan ricos y variados que solo los tatuadores más expertos saben conseguir realizarlos con precisión. La tinta se mezcla con el agua, como se haría con una auténtica acuarela, originando imaginativas composiciones que los clientes aspiran a tener en su cuerpo, esos dibujos soñados. Esa flor, ese animal, esa expresión abstracta al más puro estilo de Dalí, o esa noche estrellada que Vang Gogh soñó y que consiguió dejarnos a los amantes del arte y que ahora podemos tener también en nuestro cuerpo.
Para muchos, estos no son auténticos «tatuajes», sino híbridos de este arte que tantos y tantos siglos lleva formando parte de nuestras vidas. No obstante, cada uno es libre de elegir su estilo y aquel con el que más se identifica, aquel que más representa sus sentimientos, sus pasiones… Pero, ¿por qué no elegir un tatuaje en acuarela? ¿Lo harías tú?