El estigma son lesiones o marcas que van apareciendo en el cuerpo de una persona determinada sin que haya una explicación física y racional que pueda explicarlas, es decir, se trata de un suceso sobrenatural.
¿Cuáles son las marcas del estigma y quienes pueden sufrirlo?
Aunque un estigma puede presentarse en cualquier persona, es más frecuente que le ocurra a alguien que sea profundamente religioso y que tenga una gran conexión espiritual con Jesús. De hecho, las lesiones que les salen a los estigmatizados son las mismas que sufrió Jesús antes de su muerte.
-Heridas en manos o muñecas parecidas a las generas al atravesar las mismas con un clavo.
-Heridas en los pies, similares al ser atravesados también por grandes clavos.
-Heridas en la cabeza, como las que padeció Jesús de Nazaret cuando le colocaron la corona de espinas.
-Heridas en los costados al ser producidas por una lanza.
-Heridas en la espalda similares a las que surgen después de ser flagelado.
Algunos casos célebres de estigmas
1. San Francisco de Asís
Es la primera persona de la cual se tiene registro de este suceso sobrenatural. En el año 1224 fue cuando San Francisco de Asís, implorándole a Jesús poder sentir su amor, comenzó a sufrir las mismas heridas por las cuales falleció el hijo de Dios.
En este sentido, Celano, biógrafo de San Francisco de Asís relata:
“La llama de la devoción creció de tal forma en él que, por exceso de su amor y de su compasión, sintiose transformado completamente en Jesús (…)en sus manos y pies comenzaron a aparecer las señales de clavos tales como acababan de verlas en el hombre crucificado sobre él… y en el costado del santo, del que se habría dicho que había sido herido por un lanzazo, se había formado una llaga que sangraba con frecuencia, hasta el punto de que su túnica y sus calzas se veían a menudo mojadas por aquella sangre sagrada…»
2.Teresa Neumann
Teresa fue una mujer profundamente religiosa perteneciente a la tercera orden de San Francisco, en el año 1926 comenzó a experimentar los primeros signos de estigma. Se convirtió en uno de los casos más estudiados por números científicos, quienes valga la acotación no pudieron encontrar ningún indicio de que se tratara de una manipulación.
Después de tener varias visiones con Jesús, Teresa comenzó a padecer las heridas del estigma. La primera marca apareció encima de su corazón, luego se acrecentó y también aparecieron las heridas de la cabeza, manos, pies, espalda, hombros y también comenzó a llorar sangre.
Sorprendentemente las heridas de Teresa nunca se inflamaron o infectaron y tampoco pudieron ser curadas con ningún método natural o científico.
Casos que son tan sorprendentes que hasta a los más escépticos hacen dudar, en una próxima entrega te traeremos otros casos famosos de personas que han sufrido la pasión de Jesús en carne propia. ¿Crees en los estigmas? ¿Conoces a alguien que haya pasado por esa situación?