En Supercurioso te hemos hablado en varias ocasiones de Hitler y de algunas de las personas que lo rodearon, por ejemplo Eva Braun. Hoy queremos presentaros al ayudante personal de Hitler, Fritz Darges, el único de los asistentes de Hitler que seguía vivo hasta el 2009.
Fritz Darges: el ayudante personal de Hitler
Fritz Darges fue el hombre de confianza de Hitler durante 4 años hasta 1944. Curiosamente vivió como un ciudadano respetado por todos hasta su muerte en octubre del 2009 a los 96 años; además y paradógicamente fue presidente local de la Cruz Roja.
Darges era el prototipo de hombre de la SS: alto, medía 1,86 cm, rubio, con ojos azules, elegante, de carácter firme, buenos modales y con ascendencia aria totalmente demostrable.
La vida de Fritz Darges tras la Segunda Guerra Mundial
¿Cómo consiguió Darges escapar de la venganza soviética y sobrevivir a un posible asesinato? Pues se las arregló para que los norteamericanos lo cogieran como prisionero y así salvarse de los soviéticos. De este modo, a pesar de la relación que tenía con Hitler, consiguió salvarse de los procesos de desnazificación que tuvieron lugar tras la barbarie de la Segunda Guerra Mundial.
Fritz comenzó una nueva vida. Trabajó durante una década en una empresa de automóviles y fue nombrado responsable de la Cruz Roja local. Aunque en público siempre se mostró bastante discreto, se sabía que acudía a reuniones de antiguos soldados. De hecho, nunca renegó de su pasado como dejó claro en unas declaraciones que hizo en el 2000 a un estudiante de Historia para su tesis doctoral:
«A pesar de la gran sombra que los cubre, sólo puedo pensar en aquellos tiempos de una forma positiva» Sobre Hitler dice. «No era un asesino criminal, era un hombre de acción con una visión del mundo.»
En otra entrevista para el diario Bild poco antes de su muerte dice del dictador: «Era un hombre afectuoso, calmado… Debo admitir que para mí era un genio»
«Todos soñábamos con un gran imperio alemán. Por eso serví a Hitler y volvería a hacerlo».
La Mosca, Fritz y el Fuhrer
Si tanto admiraba a Hitler y era su edecán, alguien de confianza, ¿por qué no estaba con él en sus últimos momentos? Por aquel entonces ya no trabajaba para Adolf Hitler. Parece ser que el Fuhrer no estaba de muy buen humor durante una conferencia estratégica, en Rastenburg, el 18 de julio de 1944. En medio de ésta, una mosca empezó a revolotear por la habitación, por el hombro del Fuhrer y por los mapas…
El dictador mandó a Fritz que la matara, a lo que este respondió que al tratarse de una plaga aérea debía encomendarle la misión al ayudante de la Luftwaffe, Nicolaus von Below. Hitler furioso le envío de un grito: «¡Al Frente oriental!», mandándolo así al campo de batalla y destituyéndolo de su cargo.
¡Curiosa anécdota! ¿Verdad?
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